Iturralde explicó en los micrófonos del Larguero de la Cadena SER la relación que tenía el hijo de Enríquez Negreira con los árbitros. Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira, actuaba como coach (psicólogo) de los árbitros, tal y como se refiere el exárbitro en el vídeo superior. Una relación, en su opinión, meramente profesional y que en ningún momento llegó a mediar de manera directa entre los colegiados y el FC Barcelona.
En el vídeo superior, las explicaciones del Iturralde sobre el trabajo de Enríquez Negreira y su hijo con los árbitros.
Lo más sonado son los 1,4 millones que cobró José María Enríquez Negreira por parte del FC Barcelona. El club blaugrana, según las investigaciones llevadas por el diario El Mundo, hizo un total de 33 transferencias a Dasnil 95 (empresa cuya propiedad era del exárbitro), entre 2016 y 2018 en concepto de asesoría sobre los arbitrajes en España. Unos pagos que actualmente están siendo investigados por la Agencia Tributaria. Esta actividad puede parecer poco ética, pero a menos que haya habido algún tipo de irregularidad en los pagos no es un ejercicio que manche al Barça a nivel deportivo.
Por eso la lupa está puesta en el hijo del propietario de Dasnil 95. Javier Enríquez Romero, durante los años indicados, ejerció como coach personal de los colegiados dentro del Comité Técnico de Árbitros al mismo tiempo que formaba parte del órgano empresarial de su padre. Tal y como ha explicado Iturralde, su función no era más que “dar charlas de una hora” y de “trabajar con los errores, no venirse abajo. Demandas que se le exigen a un árbitro”. La visión del exárbitro, por lo tanto, defiende la profesionalidad Enríquez Romero en todo momento y lo aleja de cualquier motín antideportivo llevado a cabo junto al FC Barcelona.