Ansu Fati volvió a ser suplente, y se tuvo que conformar con entrar en el tiempo de descuento al terreno de juego. Su participación en el Clásico fue testimonial, y prácticamente no tuvo tiempo de entrar en contacto con el balón. Antes, Xavi Hernández prefirió dar entrada a Ferran Torres, lo que refleja la dura realidad en la que se encuentra el extremo de 20 años: ahora mismo, es la última opción en las rotaciones del Barça para el ataque.
Lógico que cada vez sea más probable pensar que acabará haciendo las maletas en verano, y Joan Laporta y Mateu Alemany tienen muy claro que lo mejor que pueden hacer en este momento es desprenderse de él. Está muy lejos de las expectativas, y no aporta absolutamente nada al equipo cuando tiene minutos. No tiene sentido mantenerle en el banquillo, y pagándole un sueldo de 12 ‘kilos’ brutos por temporada, así que lo más razonable es tratar de conseguir dinero con una venta.
Pero en el Camp Nou tienen un problema que se ha destapado ahora, gracias a la información del diario ‘El Nacional’. Y es que no pueden aspirar a obtener una compensación económica demasiado elevada, teniendo en cuenta que no hay demasiado interés en su contratación. Pocos conjuntos tienen al ex del Sevilla en la agenda, y los que sí lo tienen no están dispuestos a pagar ninguna burrada. Como mucho, percibirían unos 40 millones de euros.
Una cifra muy lejana de los 100 que en su momento querían pagar entidades como el Manchester United o el Bayern de Múnich, cuando la cláusula de rescisión de Ansu todavía marcaba esa cantidad, y no tenía ficha del primer equipo. El Barça confiaba en poder obtener entre 60 y 70, pero las esperanzas se han difuminado. Jorge Mendes, el representante de Fati, ya se ha puesto en contacto con varias escuadras de la Premier League para encontrarle acomodo.
No obstante, lo primero que tendrá que hacer el agente portugués es convencer a Laporta y a Alemany para que dejen marchar al ‘10’ a un precio de chollo.