La gran innovación de Xavi Hernández esta temporada en el FC Barcelona ha sido su esquema de cuatro centrocampistas. Con Busquets, De Jong, Pedri y Gavi, el Barça ha encontrado su mejor fútbol dado el gran nivel de esos cuatro... y la irregularidad de los delanteros. Una tónica que se ha mantenido durante toda la temporada y que puede borrarse de un plumazo tras el 0-4 en Elche.
El partido en el Martínez Valero supuso un golpe sobre la mesa de los tres delanteros que estaban sobre el campo, los únicos disponibles. La marcha de Memphis Depay en enero, la lesión de Dembélé y la sanción de Raphinha dieron poca alternativa al técnico de Terrassa en su once.
Con bajas también en el centro del campo, Xavi Hernández no pudo tapar esta vez con Gavi más adelantado la falta de efectivos arriba pero esta vez sí respondieron. El primero de ellos, Lewandowski, autor de un doblete para acabar con su peor racha desde 2018.
El polaco llevaba cinco partidos sin marcar, tres con el Barcelona y dos con Polonia, en un registro que pasa inadvertido en cualquier delantero... pero no en Robert. De ese 'lastre' se desquitó con un gol disparando mordido en la primera mitad y una gran definición en la segunda esperando la caída de Édgar Badía.
Pocas dudas se cernían sobre Robert Lewandowski pero muy distinta era la situación de Ansu Fati y Ferran Torres. Sobre todo el primero, después de la gran polémica de la última semana con la rajada de su padre. No empezó bien en Elche pero anotó un golazo que puede servir como punto de inflexión para hacer el 0-2.
El 0-4 llegaría desde las botas de Ferran Torres, otro de los que se ha caído de la selección española por su nivel. Ya los últimos partidos evidenciaban una mejoría del valenciano, desaparecido tras el Mundial, y al final le llegó el premio del gol con su zurdazo al Elche.