Raphinha arma otro lío en el vestuario del FC Barcelona, y no es el primero. El brasileño se pilló un mosqueo importante en el partido ante el Getafe, pero es que resulta que no es la primera vez que sucede esta temporada. Y no sólo en el campo, pues ahora se ha sabido que también tuvo sus más y sus menos con Xavi Hernández en un entrenamiento.
En el Coliseum, Raphinha acabó a golpes en el banquillo tras cruzar dos miradas desafiantes con Xavi. Había jugado 87 minutos, pero no le parecieron suficientes bajo el sol de Getafe. Tras el duelo, el propio jugador admitió que iba a intentar no enfadarse más, pero que no se podía contener.
El episodio anterior llegó ante el Manchester United, cuando abandonó el campo a los 83 minutos pese a que estaba siendo de los mejores del Barça. El enfado de aquel día también llegó en el banquillo, cuando empezó a golpear los asientos a patadas hasta tal punto que Jordi Alba le tuvo que frenar. Los golpes fueron tan bruscos que incluso acabó un poco lesionado.
Pero es que ahora, además, se ha conocido otro episodio más. Según asegura Mundo Deportivo, Xavi le tuvo que llamar la atención en una sesión mientras se realizaba un partidillo. El brasileño estaba empleándose demasiado a fondo y soltó dos patadas a dos compañeros. Fue ahí cuando el técnico le avisó de que bajara un poco la intensidad y cuando Raphinha se volvió a enfadar.
Tres episodios que, de momento, no han ido más, pero que sí demuestran el carácter conflictivo de un Raphinha que, pese a sus enfados, lo está jugando casi todo. "Ya le digo a los jugadores que hay que cabrearse primero con uno mismo y luego con el entrenador, no tengo problemas", aseguró Xavi tras el duelo ante el Getafe.