El regreso de Leo Messi al Barça es más posible que nunca, en especial, tras conocer la sanción que le ha impuesto el Paris Saint-Germain, después de que viajara a Arabia Saudí sin previo aviso, y sin permiso de ningún tipo. Durante las dos próximas semanas estará en la grada, desconvocado, y será castigado sin sueldo. Un detalle que refleja la enorme tensión que existe entre el jugador y Nasser Al-Khelaïfi, pues la relación entre ambos está fracturada.
Asimismo, también hay un enfrentamiento entre ‘la Pulga’ y la afición, que le ha abucheado por el rendimiento reciente que ha ofrecido, y ha sido uno de los señalados por los resultados que están cosechando en las últimas semanas. Joan Laporta quiere aprovecharse de esto, y acabar de convencer al argentino, que no renovará el contrato que le une a la entidad francesa, y por lo tanto podrá cambiar de aires en el mes de junio sin ningún tipo de coste.
No obstante, en el Camp Nou tienen un problema que están obligados a solventar si quieren firmar al campeón del Mundial de Qatar. Y es que deberán de encontrar la manera de poder financiar la operación, ya que, aunque no haya que pagar traspaso, sí tendrán que abonarle un importante sueldo. Necesitan rebajar la masa salarial que existe ahora mismo, y para ello será necesario hacer una serie de traspasos, y lograr que algunos miembros de la plantilla se bajen la ficha.
Y eso es precisamente lo que le habían pedido a Franck Kessié y a Andreas Christensen, dos recién llegados al Barça, que se incorporaron gratis hace unos meses, y perciben 12 millones de euros brutos por campaña cada uno. Como informa ‘Don Balón’, Mateu Alemany había solicitado a ambos que hicieran un esfuerzo y aceptaran cobrar menos, pero la respuesta ha sido negativa, ya que ninguno está por la labor de perder dinero para traer de vuelta a Messi.
En el caso del africano, esto hace que cada vez sea más probable que se marche traspasado, sobre todo, viendo que no tiene hueco en los planes de Xavi Hernández.