Joan Laporta está buscando desesperadamente un comprador para Ansu Fati, quien ya ha sido notificado de que no tiene hueco en los planes del Barça. No tienen intención de seguir contando con él, y es uno de los grandes damnificados por el posible regreso de Leo Messi. De hecho, es el principal señalado, al tener un salario de 12 millones de euros brutos al año que no está justificando, y ocupar el dorsal ‘10’, que sería de nuevo para la estrella del Paris Saint-Germain, en caso de que vuelva.
Xavi Hernández le ha dejado muy claro al hispano-guineano que ha dejado de confiar en las habilidades que tiene, y duda mucho acerca de su potencial. Cree que no podrá ser ese crack capaz de resolver encuentros que era antes de sufrir tantas lesiones, y ha pasado a ser la última opción en las rotaciones, por detrás incluso de compañeros como Raphinha o Ferran Torres. Y peor se pondrán las cosas con el retorno de Ez Abde y con la contratación de Yannick Ferreira Carrasco u otros delanteros.
Así pues, es evidente que lo mejor en el Camp Nou es desprenderse del atacante de 20 años, que esperaban que pudiera dejar una cifra significativa en las arcas. Concretamente, le pusieron un precio de salida de 80 millones de euros, que es lo que estaban dispuestos a pagar en el pasado conjuntos de la talla del Manchester City o del Liverpool, como se ha encargado de recordar el diario ‘El Nacional’. Y de eso hace no tanto tiempo.
Poco antes de firmar la renovación con el Barça, Ansu recibió la llamada de Pep Guardiola y de Jürgen Klopp, pero decidió hacer caso omiso a las tentaciones, y acabar quedándose en el equipo de su corazón. Ahora se ha convertido en un dolor de cabeza para Laporta, viendo que las escuadras que siguen sus pasos no tienen intención de desembolsar más de 30 ‘kilos’ por Fati, quien ha sido ofrecido a múltiples combinados a través de su agente, Jorge Mendes.
Sin lugar a dudas, es uno de los problemas a resolver por el presidente.