El Barça tiene su primer fichaje totalmente cerrado para la próxima temporada. Aunque todavía no se ha hecho oficial, todo está hecho con Íñigo Martínez, con el que no ha dejado de haber contactos desde el pasado verano. Hay que recordar que en su día, en 2017, cuando todavía defendía los colores de la Real Sociedad, ya estuvo muy cerca de vestir de azulgrana, por petición expresa del entrenador en ese entonces, Ernesto ‘el Txingurri’ Valverde.
Finalmente, la cosa no llegó a buen puerto, aunque el pasado verano recuperaron el interés por el internacional español. Desde el Camp Nou pensaron en su contratación al conocer las pretensiones que inicialmente tenía el Sevilla para dejar salir a Jules Koundé, aunque pudieron firmar al ex del Girondins de Burdeos, y dejaron al vasco en la nevera, pues el Athletic Club de Bilbao no estaba dispuesto a negociar por su venta, y obligaba a Mateu Alemany a pagar la cláusula de rescisión de forma íntegra.
No obstante, no perdieron de vista al experimentado zaguero de 32 años de edad, a sabiendas de que esta campaña sería la última que pasaría en San Mamés, puesto que finaliza contrato en el mes de junio, y en ningún momento se le ha pasado por la cabeza la idea de renovar. Es por ello que Joan Laporta ha aprovechado la oportunidad para lanzarse a por su firma, y ha conseguido tener un pacto total con el defensa, que se pondrá a las órdenes de Xavi Hernández.
Como ha informado el portal web ‘Depor.com’, Íñigo ya ha pasado la pertinente revisión médica, superando los test sin ningún inconveniente, como se esperaba, y ha firmado con el Barça un contrato válido para las cuatro próximas campañas, a razón de nueve millones de euros brutos en cada una de ellas. De manera que se convertirá en el crack que tanto pedía el entrenador catalán, que solicitó la contratación de un central zurdo.
Peleará por la titularidad con Andreas Christensen, y previsiblemente ocupará el dorsal ‘3’ que Gerard Piqué había dejado vacante tras su decisión de retirarse en el mes de noviembre.