El fichaje de Ousmane Dembélé por el PSG es cuestión de tiempo y sólo quedaría por cerrar qué cantidad se lleva cada una de los partes de los alrededor de 50 millones de euros que pagaría el club francés al Barcelona. La relación entre el futbolista y el club ha saltado por los aires y, tras el enfado público del futbolista con el Barça, Joan Laporta también habría entrado en cólera por las condiciones puestas por él.
Según Sport, en la cúpula culé se habrían considerado "insultantes" las cifras que pedía Moussa Sissoko, representante del francés, para una renovación que parecía encarrilada hace unas semanas. El jugador habría pedido renovar por cuatro temporadas más, hasta 2028, con un sueldo bruto que sería de "más de 100 millones de euros".
Ese salario le convertiría en el futbolista mejor pagado de la plantilla al nivel de Robert Lewandowski y Marc André ter Stegen. Ya la pasada temporada, antes de los fichajes para la 23/24, se consolidó en el segundo escalón, con algo más de 13 brutos y unos 6,6 netos, pero Dembélé habría pedido más ante su nuevo rol en la plantilla.
Tanto Xavi Hernández como Joan Laporta dejaron claro que Ousmane era un futbolista fundamental para el equipo después de que su renovación en 2022 se encasquillara. Sin embargo, esto se ha roto y el jugador se marchará al PSG tras "un engaño del jugador y de su representante", tal y como recoge Sport sobre las negociaciones para su ampliación de contrato.
Palabras que van en la línea del enfado que se ha filtrado del propio Dembélé, y su "de mí no se ríe nadie", junto a las quejas por las críticas recibidas por el entorno culé. Seis años después, tras numerosos goles, lesiones y polémicas, la relación entre el galo y el Barcelona va a acabar como el rosario de la aurora.