El extremeño Jesús Gil Manzano será el encargado de dirigir este sábado el Clásico entre Barcelona y Real Madrid tras la designación del CTA. Una decisión que no ha gustado entre el barcelonismo, que no tiene un buen recuerdo del colegiado sobre todo por la polémica de la visita la temporada pasada a Osasuna con las expulsiones de Robert Lewandowski y Gerard Piqué.
El Barça ganó 1-2 en ese encuentro en El Sadar pero los jugadores culés se marcharon con un tremendo enfado. Lewandowski vio dos tarjetas amarillas y se marchó expulsado, no sin antes realizarle un gesto al colegiado del encuentro señalándose la nariz.
Una acción que le costó una sanción aún mayor al delantero polaco, que se quedó tres partidos sin jugar. El Comité de Competición le sumó dos encuentros más y, tras el aplazamiento de Apelación que le permitió jugar el derbi de Nochevieja, terminaría cumpliendo los tres.
Una sanción que también han recordado con enfado los fans del conjunto culé después de que Apelación retirara uno de sus tres partidos de sanción al madridista Nacho. La dura entrada del capitán del Real Madrid a Portu en el partido de Girona le valió un castigo de tres encuentros de los que finalmente cumplirá solo dos, quedando disponible para Ancelotti de cara al Clásico de este sábado.
También fue expulsado Gerard Piqué en ese encuentro, al acercarse en el descanso al dombenitense con un "¡es una puta vergüenza, me cago en tu puta madre!", según recogió el colegiado. Unas palabras que el excentral negaría pero que le terminarían costando una sanción de cuatro partidos.
Tras haberse despedido del Camp Nou ante el Almería unos días antes, el duelo de El Sadar iba a ser el último encuentro de Piqué antes de retirarse, pero no llegaría a jugar finalmente y dijo adiós al fútbol con esa acción.