El Clásico que se disputó en el Estadio Olímpico Lluis Companys llegaba con el Real Madrid con la opción que de mantener el liderato. Sin embargo, el Barcelona se puso por delante gracias a Ilkay Gündogan y pudo haber doblado la diferencia si hubiera señalado un posible penalti de Aurelien Tchouameni sobre Ronald Araujo.
El francés del equipo merengue derribó al charrúa dentro del área madridista impidiendo que el futbolista azulgrana pudiera cabecear el esférico. El colegiado ni el VAR decretó penalti, por lo que no hubo pena máxima para los de Xavi Hernández.