Cuando aflora el madridismo sociológico, un cajón de sastre en el que no se sabe muy bien qué cabe, aparece Xavi Hernández y defiende el papel de su equipo. Pese a la derrota en el clásico, demuestra que en 'Can Barça', la forma es más importante que el fondo, y que el camino para seguir creciendo es la primera hora firmada ante los blancos.
Y eso, seguramente, es barcelonismo sociológico. Donde más importante es el juego como el resultado. Donde el resultadismo tiene, seguramente, menos cabida que en otros clubes; y donde, por encima de todo, están los brotes verdes con los jóvenes jugadores que históricamente son los que protagonizado el renacimiento de la entidad en momentos difíciles.
Y ahora es uno de ellos, en el ámbito económico por la difícil situación financiera, y también en el institucional, con la sombra del caso Negreira persiguiéndolo todo. Pero Xavi Hernández no se pone nervioso. Sabe lo que tiene entre las manos y el mix entre veteranos y niños acabará dando resultados.
En el once titular ante el Real Madrid figuraban dos veinteañeros: Alejandro Balde y Fermín López. Además de un jugador que aún no ha llegado a esta cifra: Gavi. Este último con nueve clásicos jugados con 19 años es el futbolista que más partidos de este nivel a disputado en la historia de los mismos.
Gavi fue el santo y seña de su equipo en Montjuïc. Firmó un gran partido y su carácter se demuestra a través de una frase: "No podemos estar así de empanados", cuando le preguntaron sobre el primer tanto de Jude Bellingham en un lanzamiento lejano.
Si Gavi, Fermín, que fue otro de los destacados y remató un disparo al palo que pudo suponer el 2-0, brillaron también lo hizo, aunque en menor escala Alejandro Balde. En la segunda parte apareció Lamine Yamal, que con 16 años y 107 días se convirtió en el futbolista más joven de la historia en jugar un clásico.
Las lesiones han perseguido al Barcelona desde el inicio de curso, pero hasta ahora no había perdido ningún partido, pese a que se trata de jugadores titulares. Pedri González no juega desde finales de agosto; Frenkie de Jong, Robert Lewandowski, Jules Kounde y Raphinha, buena parte de ellos titulares, han estado parados.
Ante el Madrid volvió Lewandowski, pero se le notó la inactividad, como también ocurrió en el caso de Raphinha. A de Jong, uno de los jugadores más brillantes en el inicio de curso, no le quedan muchos días para volver, algo que también ocurrirá con Pedri.
Dos de los fichajes realizados a principio de temporada: Ilkay Gündogan e Iñigo Martínez jugaron de inicio en el clásico. El alemán, con gol incluido, firmó el mejor partido desde que firmó por el Barça. También lo hizo Íñigo Martínez, que se sintió muy a gusto en el sistema con tres centrales que diseñó Xavi e incluso remató al palo en el segundo tiempo. La preocupación tiene nombre y apellido: Oriol Romeu.
El único traspaso de la pretemporada -llegó procedente del Girona-, el único mediocentro puro que tiene el Barça ha ido perdiendo protagonismo en los últimos partidos. Muchos analistas señalan que este bajón coincide con la ausencia de De Jong.
Que al portugués no se le da bien el Real Madrid es una constatación. En el último clásico, volvió a repetirse. Del jugador que firmó una grandísima actuación ante el Athlétic hace apenas una semana, no quedó nada. Frente a los blancos, Joao Félix ha jugado nueve partidos, no ha anotado ningún gol ni su equipo ganado nunca.