El Barcelona logró una victoria ante la Real Sociedad que parecía casi imposible. Después de un encuentro muy disputado entre los equipos de Xavi Hernández e Imanol, el empate en el minuto 90 se preveía como el resultado final si Ronald Araujo no hubiese volado en el Real Arena.
Con todo un Barça entregado atrás, todo el equipo se lanzó al ataque para buscar un triunfo para no alejarse del Girona y Real Madrid. Aunque los futbolistas azulgranas no demostraron mucha finura a la hora de conectar pases, Gündogan dio una cuchara preciosa dentro del área que pasó por encima de la zaga Txuri-urdin y ahí apareció del defensor uruguayo para entrar como un avión y rematar un testarazo que batía a Remiro.
Un gol que el linier señaló fuera de juego pero, tras revisión del VAR, Araujo estaba en posición correcta y desató la locura de todo el banquillo culé saliera al campo para celebrar un triunfo agónico que salvo a Xavi Hernández de un empate que hubiese dejado muchas dudas.