El FC Barcelona puede conseguir este domingo el primer título de la temporada en la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid. Un escenario inmejorable para que el equipo azulgrana acabe con el revuelo en torno a Xavi Hernández con el regreso del esquema que tan buenos resultados le dio la pasada temporada.
En la 22/23, el Barça de Xavi tocó techo con la conquista de LALIGA EA Sports y la Supercopa de España, precisamente ante el Real Madrid. Una temporada en la que el conjunto culé mostró su cara más fiable con la seguridad defensiva y los cuatro centrocampistas que permitían tener el control total de los partidos.
Con Sergio Busquets, Frenkie de Jong, Pedri y Gavi sobre el campo, el Barcelona dominó con claridad LALIGA, conquistándola en el derbi ante el Espanyol en la jornada 34. Además del mejor nivel individual de futbolistas como Lewandowski o Ter Stegen, la medular culé destacó por su dominio de balón con los cuatro jugadores sobre el campo.
Una formación obligada a cambiar esta temporada, ya desde la marcha de Busquets este verano. Ilkay Gündogan llegó como fichaje estrella procedente del Manchester City y Oriol Romeu volvió al club para ocupar el puesto que dejaba el capitán y Xavi incidió en los dos primeros partidos de la temporada de nuevo con cuatro centrocampistas, dejando a Gavi en el banquillo.
La lesión de Pedri trastocó los planes y Oriol Romeu también perdió su sitio en el once, lo que motivó el regreso del 4-3-3 con Joao Félix instalado en el costado izquierdo. Una formación que ha coincidido con el adiós de la seguridad defensiva del Barcelona en la 22/23.
De ahí que, para la final de la Supercopa de España, Xavi Hernández valore el regreso de los cuatro hombres en el centro del campo, ya con Pedri al 100% como demostró en semifinales. Junto a Gündogan y Frenkie de Jong, Sergi Roberto será el cuarto hombre gracias a su buen rendimiento en los últimos encuentros ocupando la posición que dejó Gavi con su lesión.