La jugadora del FC Barcelona, Lucy Bronze, concedió una entrevista para el medio The Telegraph. La defensora inglesa habló de una pérdida que sufrió cuando todavía era una adolescente.
En 2009, cuando Lucy Bronze tenía 17 años, sufrió uno de los golpes más duros de su vida. Sam, un amigo suyo de la infancia, falleció en un accidente de tráfico pocos días después de haber obtenido el permiso de conducir.
"Cuando era más joven solo estaba con él y los otros niños de la calle. Fue el primer niño que dijo: ‘Lucy es una más de nosotros'. Todo el mundo lo quería y, como yo le gustaba, todos los demás decían: ‘Lucy es parte del equipo'. Eso fue amable de su parte. Pienso mucho en él porque probablemente fue la gran razón por la que me aceptaron", comentó en la entrevista.
Cuando Sam falleció, Bronze se encontraba concentrada con la selección inglesa. Esto le impidió acudir al funeral de su amigo, algo de lo que se sintió profundamente arrepentida. "Seguramente, lo único de lo que me arrepiento en el fútbol. Me perdí el funeral de mi mejor amigo por ir con la selección. Probablemente hice algo incorrecto”.
Bronze ganó la Eurocopa sub-19, pero poco después comenzó a encadenar múltiples lesiones. "Tuve que ver a un psicólogo deportivo porque no podía correr. En realidad, nunca le he dicho esto a la gente, pero al final de la conversación comencé a hablar de él. Me dijo: ‘¿Sientes que mereces estar lesionada durante un año porque te perdiste su funeral, ganaste con Inglaterra y él murió?'. Me derrumbé", señaló.
Además, apuntó que llegó a pensar que el motivo de las lesiones fue no acudir al funeral de su amigo. "Estoy recibiendo lo que merezco, estar lesionada durante tanto tiempo. Ni siquiera creo en la religión, ni siquiera creo en ese tipo de cosas, pero cuando te arrepientes de una cosa y luego te sucede algo malo... La muerte de Sam fue lo peor que pudo haber pasado. Con el fútbol le rindo homenaje".