El Barça no pudo pasar del empate ante el Nápoles en Italia (1-1). El gol de Lewandowski fue empatado minutos más tardes por Osimhen en una acción que los jugadores culés reclamaron al árbitro en el terreno de juego. En ElDesmarque madrugada hemos contado con Xavier Estrada Fernández para que analice esta jugada.
El colegiado VAR se mojó sobre esta acción que supuso el empate del equipo italiano. "Para nada. Es un forcejeo entre Iñigo y el delantero del Nápoles. Esto es fútbol, el VAR no ha venido para destrozar el fútbol. Aquí hay que dar ventaja y el gol es válido", sentenciaba al respecto de esta jugada que le costó la amarilla al defensor del Barça por protestar.
Con este empate, el Barça de Xavi lo deja abierto de cara a lo que pase en la vuelta en Montjuic. Tienen tres semanas por delante para preparar uno de sus partidos más importantes de la temporada ya que el pase a cuartos es vital de cara a los futbolístico y a lo económico.
El Barcelona hizo casi todo lo que tenía que hacer en la casa de Maradona, pero le faltó lo más importante: matar cuando pudo. Dominaba tras el tanto de Lewandoski y el Nápoles pululaba desahuciado. Dejó vivir a un equipo al que solo le hizo falta un disparo entre los tres palos, el del enmascarado Victor Osimhen tras un error de Íñigo Martínez.
El Barcelona comenzó el duelo con todo el poso y autoridad que tenía que mostrar ante un rival mermado por el despido de su entrenador, pero acabó con la soga al cuello, superado por las embestidas finales de un Nápoles que tiró más de corazón que de cabeza y que contrarrestó su inferioridad general con un destello individual, con una acción de Osimhen, facilitada por la premura de Íñigo Martínez, para marcar en el único disparo a puerta del equipo italiano.
El Nápoles volvió a respirar gracias a su héroe enmascarado. Y gracias a la permisividad y falta de acierto de un equipo que mereció más en la primera parte, pero que no sufrió lo debido por el momento actual de incertidumbre que rodea al Nápoles. Dominio sin recompensa que desembocó en un empate como castigo.