El camino de Pedri hacia Alemania: objetivo Eurocopa

Desde que Leo Messi se marchara del FC Barcelona hace casi tres años, el futuro del juego del equipo buscaba unos pies para lo insustituible. En aquel verano de 2021, mientras Laporta buscaba 'megaestrellas' que ilusionaran a una afición devastada, un joven canario que el Barça firmó en 2019 con proyección de futuro, ya estaba encajando en las piezas de construcción del equipo que venía. Pedri no es Messi porque nadie puede serlo, pero le toca ser el jugador diferencial que lleve al Barça donde Xavi prometió que volvería, y a la selección en un momento difícil: la Eurocopa de Alemania.

La falta de talento puro y ADN Barça han sido una preocupación constante en el Barça de Xavi, que tenía el objetivo de devolver la identidad, esa que ahora se disputa con Luis Enrique, a un club en horas bajas, con problemas financieros y muchas palancas, y con la imperiosa necesidad de ganar. Porque como el propio Xavi dijo cuando fue presentado: "Esto es el Barça. Aquí sólo vale ganar cada partido". Y en esa búsqueda y necesidad, Pedri se ha convertido en el diez que atesora el talento para mezclar algo de lo que dejó Iniesta, del cerebro de Xavi jugador y extensión del Xavi entrenador en el campo, y de la magia de Messi que sigue huérfana. Pedri se convirtió de un día para el otro en brújula del Barça y de la Selección Española con la que tuvo una temporada récord de partidos, y por lo que terminó rompiéndose.

El canario era tan indispensable que lo jugó todo. Al comienzo de la temporada 2021-2022 Pedri necesitó un descanso para recuperarse y hacer una pretemporada exprés. Desde entonces ha vivido un camino empedrado de lesiones musculares constantes por fatiga acumulada y recuperaciones prematuras. Xavi, que además vio cómo tenía muchos más lesionados constantes en el equipo, decidió tener más paciencia y esperarlo sin urgencias. Desde entonces nos han robado a Pedri de nuestras televisiones los domingos porque el cuerpo de Pedri no ha aguantado de forma regular a pesar de sus descomunal cambio físico. Fue en San Mamés la última vez que lo vimos salir del campo roto. Tras otro mes de baja con el equipo jugándose toda la temporada, aparece en el Parque de los Príncipes, y en el primer balón que toca, se la pone a Raphinha para hacer el dos a dos. Pedri entró y cambió el partido con un solo toque. Esa magia que marcan las diferencias en los partidos cuando más se aprietan.

La moral blaugrana ha cambiado en las últimas semanas. Cuando el sorteo de Champions deparó la visita de Mbappé a Barcelona, el terror de la pesadilla de Lisboa retumbaba en el orgullo culé. Tras el partido de ida, factores como el momento de Raphinha y Lewandowsky, la aparición estelar de Cubarsí, y la vuelta de Pedri, han ilusionado a una afición apagada en la temporada. Llega una recta final donde le toca a Pedri ser el director de orquesta y conducir al Barça a unas semifinales de la Champions League. Y luego, una cuenta pendiente: la Selección.

Lesiones continuas

El balance es una evidencia. Pedri ha sufrido ocho lesiones musculares en tres años. Y aunque ninguna ha sido de una gravedad extrema como por desgracia sí le ha ocurrido a Gavi, la constancia de recaídas le han limitado no sólo su rendimiento sino también su evolución futbolística como líder. El canario necesita dejar atrás esta etapa oscura y sale lanzado anímicamente con el buen estado actual del equipo.

La ausencia con España

Desde que Luis Enrique se marchó de la selección española tras el mundial de Catar en 2022, Luis De la Fuente asumió el cargo. En todo este tiempo, nunca pudo convocar a Pedri por la cantidad de lesiones que ha tenido. A pesar de ellos De la Fuente cuenta con Pedri y lo espera. El seleccionador lo considera pieza imprescindible para España y a pesar de su juventud, por relevo generacional y a la espera de si se atreve a llevar a Isco, Pedri será sin duda el diez de La Roja.