El cabreo de Lamine Yamal tras ser cambiado y goleado en el Girona-Barça

El Barça está siendo una olla a presión en este tramo a final de temporada. Con ganar algún título ya descartado desde hace semanas, el conjunto culé necesitaba un golpe de efecto a un partido donde se jugaban depender de sí mismos para acabar segundos en Liga, un objetivo que ha entrado en grave peligro tras caer goleado ante el Girona en Montilivi y dejando una imagen de Lamine Yamal que hasta entonces nadie había visto en él.

Un partido en el que todo le salió mal al conjunto de Xavi Hernández, donde se vio un equipo frustrado y desesperado ante la impotencia de volver a sufrir duramente los errores puntuales, provocando así una imagen en el campo que reflejaba perfectamente lo que ocurre en el club culé.

Lamine Yamal no pudo hacer más

Concretamente uno de los momentos más tensos en el banquillo lo protagonizó el joven de apenas 16 años que, aunque ni fue ni su mejor ni peor partido, no pudo contenerse a la hora de mostrar su enfado en el momento en el que fue sustituido. Ya con 4-2 en el marcador y en el minuto 86 partido, Xavi optó por sacarle del campo para darle entrada a Joao Félix, momento que captaron las cámaras de Movistar.

Después de dar una asistencia a Andreas Christensen para abrir el marcador y provocar el penalti del 1-2, lo último que vimos de él fue cómo miraba resignado en el banquillo mientras tiraba al suelo una toalla que instantes antes le había dado uno de los miembros del staff técnico. Su imagen desolada reflejó perfectamente que su esfuerzo había quedado en vano, viendo cómo el equipo se veía decaído anímicamente y sin razones futbolísticas para pensar en que el empate era posible.

Espiral de enfados en el Barça

Sin duda fue otro día para olvidar en el barcelonismo. El mismo día que el Real Madrid se proclamó matemáticamente campeón de Liga, después del partido en Girona se dieron varias imágenes llamativas de la tensión existente entre Xavi y la directiva.

Tanto el técnico catalán amparándose a la superioridad del equipo ante los de Michel y Ancelotti como las caras de Joan Laporta hablando con Deco y compañía en los aledaños de Montilivi generan la sensación que desde el anuncio de Xavi nada ha cambiado en la relación entre ambas partes. Aún restan cuatro partidos y están obligados a ganarlos todos esperando un pinchazo de sus vecinos para no perder la plaza en la Supercopa de España, algo que está presupuestado en el club y de no hacerlo generaría más problemas económicos de los que ya hay.