El nuevo modelo de negocio de Joan Laporta: casi 30 euros por ver las obras del Camp Nou

La economía del FC Barcelona vuelve a estar en el centro de todos los titulares. Joan Laporta y Deco hacen encaje de bolillos para poder inscribir a jugadores ya fichados en otras temporadas y también en esta. El último ha sido Dani Olmo que lo ha conseguido debido a la lesión de Andreas Christensen.

Después de dos jornadas de LALIGA y siendo el único fichaje este verano, el internacional español estará disponible para que Hansi Flick le pueda utilizar para el partido contra el Rayo Vallecano, aunque el asunto no está terminado del todo ya que de aquí a enero tendrán que generar ‘fair play financiero’ para conseguir espacio para los dos.

En eso siguen trabajando y también en ampliar las arcas del club. A Joan Laporta se le ha ocurrido una nueva forma de recaudar dinero para el Barça.

El nuevo negocio de Joan Laporta para el Barça

El equipo lleva unos meses jugando en Monjuic debido a las obras y el problema de la asistencia ha sido un constante en estos últimos tiempos. Esta temporada también jugará ahí y es algo que repercute en la economía.

Afición, jugadores y directiva quieren volver cuanto antes al Camp Nou, pero de momento todavía quedan meses de obras por delante. Es por eso por lo que han decidido sacar provecho de esta circunstancia.

El club quiere que los aficionados sean partícipes del proceso de transformación del estadio. El Barça ha creado “un mirador a las obras del Camp Nou” por el que te cobran un módico precio de 29 euros, la tarifa más barata. Incluye una entrada al museo de la institución culé.

El regreso al Camp Nou

El FC Barcelona trabaja contrarreloj, aunque acorde a los plazos previstos según el propio club, para cumplir con el objetivo de regresar a su nuevo hogar en el Spotify Camp Nou en diciembre, con un aforo mínimo de 64.000 espectadores repartidos entre la primera y la segunda gradería.

La inauguración del estadio a pleno rendimiento está prevista para el inicio de la temporada 2026-2027, en un nuevo coliseo barcelonista con capacidad para más de 104.000 asistentes, cifra que le mantendrá como el mayor de Europa y le convertirá en el quinto más grande del mundo.