A pesar de estar inmerso en un tramo importante de la temporada tanto en LALIGA como en la Champions League, el Barça y el Real Madrid no dejan de mirar el mercado de fichajes de cara al futuro de la plantilla de Hansi Flick y Carlo Ancelotti. Y vuelven a coincidir tras Facuondo Mastantuono, ambos clubes se encuentran tras una de las promesas de Brasil: Vitor Reis.
A sus 18 años, el brasileño ya se ha asentado como central titular en el Palmeiras, el equipo donde Endrick despuntó antes de viajar a España este verano, y eso le ha llevado centrar el interés de buen parte de los clubes europeos.
Según cuenta The Athletic, el Arsenal y el Real Madrid se encuentran entre los clubes que más interés han mostrado por el jugador. Los dos han realizado ya las consultas iniciales con el Palmeiras y los agentes del jugador sobre su disponibilidad, aunque de momento nada formal.
No son los únicos ya que la citada información también apunta a equipos como Chelsea, Liverpool y Barcelona, que habrían expresado su interés también en el joven futbolista brasileño.
El central llegó al Palmeiras en 2016 y debutó como profesional con el verdao en junio. Su contrato terminaba en 2027, pero este mismo verano se adelantó y renovó con su contrato hasta diciembre de 2028 con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros.
Con David Alaba lesionado y con Jesús Vallejo sin contar para Carlo Ancelotti, Éder Militao y Antonio Rüdiger son los únicos centrales sanos ahora mismo en la nómina madridista. El brasileño tiene 26 años y el alemán 31 y, a pesar de que aún les quede cuerda para rato, Florentino Pérez quiere dejar asegurada esta posición para los próximos años.
El club blanco decidió no fichar a ningún central en verano tras la negativa de Leny Yoro, que apostó por el Manchester United y piensa seguir con la misma política esta temporada. No tiene prisa, ni tampoco pierde el tiempo. El Real Madrid tiene muy claro que no piensa fichar por fichar y no quiere meterse en un carrera desenfrenada para conseguir a un jugador, aunque eso no evita que sean varios los nombres que estén apuntados en la agenda blanca.