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Gerard Piqué saca pecho de la goleada del Barça y La Masía: "Nunca podrán ser como nosotros"

Los jugadores del Barça celebrando la victoria ante el Madrid (Cordon Press)
Periodista que mezcla el deporte y el salseo.

El FC Barcelona se impuso en el Santiago Bernabéu al Real Madrid con una contundente goleada que consiguió en el segundo tiempo (0-4). El equipo blanco se deshizo en defensa y los atacantes del Barça no perdonaron. Uno de los que sacó pecho de esta victoria fue Gerard Piqué.

El exjugador culé se pronunció en sus redes. A punto estuvo de producirse de nuevo la manita en el Bernabéu en la que él estuvo presente y después hizo esa celebración que pasó a la historia.

El mensaje de Gerard Piqué tras la victoria

"Somos únicos. Nunca podrán ser como nosotros. Con todos los jóvenes de la Masia. Qué recital. Qué orgullo", decía en su tuit.

El catalán se refería a esa apuesta de nuevo de Hansi Flick por la cantera. El alemán ha apostado durante toda la temporada por los jóvenes y estos le están respondiendo en el campo como es el caso de Casadó que fue vital para la victoria de los azulgranas en el feudo blanco.

El Barça arriesga y el Madrid se queda en fuera de juego

Hansi Flick no cambió su arriesgado plan de jugar con la línea defensiva muy adelantada para visitar el Santiago Bernabéu. Una vez más demostró que esto funciona y si no que se lo digan a Mbappé que le anularon dos goles y cayó en numerosas ocasiones en fuera de juego.

El Real Madrid cayó en ‘la trampa’ del técnico germano, con hasta 11 fueras de juego, en un arte que no supo dominar a su favor hasta caer goleado en el Clásico.

Mbappé en el fuera de juego tras marcar en el primer tiempo (Captura de 'DAZN')

De ellos, ocho fueron en la primera mitad, y seis del galo Kylian Mbappé, incluido el de su gol anulado en el minuto 30. Con ocho, el Real Madrid igualó su mayor cifra de fueras de juego en 45 minutos de un partido de Liga desde hace 11 años.

En botas de Robert Lewandowski con la inestimable ayuda de Ferland Mendy. El galo se quedó clavado cuando el Real Madrid adelantaba su presión y el polaco pudo plantarse solo delante de Andriy Lunin para hacer el 0-1 en el minuto 54 que cambió el encuentro.

Ni en defensa ni en ataque pudo acertar el Real Madrid. Más aún cuando en el minuto 66 Mbappé vio como otro gol suyo era anulado por otro fuera de juego, el séptimo que firmaba en el partido.

Los de Ancelotti encajaron dos goles en dos minutos, mismo lapso en el que, diez minutos más tarde, Lewandowski perdonó un 0-3 que acabaría llegando en el 77 ante un Real Madrid abatido, con una mandíbula blanda a la hora de encajar goles que no le caracteriza.

Es más, con 0-4, perdido sobre el césped, acabó pidiendo la hora para no encajar cinco goles. “La manita” que pedían los aficionados azulgrana en la grada de un Santiago Bernabéu que vio a su equipo perder un clásico 0-4 por segunda vez en dos temporadas.

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