Lamine Yamal día a día demuestra que es un joven de otra época. El jugador estaba siendo decisivo contra el Benfica. Participó en el primer gol del Barça asistiendo a Raphinha, pero decidió que quería el suyo propio y se lo fabricó.
Marca de la casa del delantero. Encara, se perfila y al borde del área la coloca con una sutileza ajustando el disparo al palo que es imposible para los porteros y también lo fue para Trubin.
Lamine disparó e hizo el 2-1 en el 27 en un partido que empezaron ganando, pero que poco después el conjunto portugués empataba a la salida de un córner. Es el único acercamiento que tuvo en Benfica en la primera media hora. Antes de que se cumpliera esta, Lamine Yamal hacía el segundo para poner distancia de por medio en el marcador.
El jugador lo celebraba con sus compañeros y Raphinha le hacía uno de los gestos más típicos en el fútbol cuando alguien marca un gol de estas características que es limpiarles las botas.
Muchos recordaban el gol que marcó a Francia en la Eurocopa en donde dio su carta de presentación con este ante el Benfica, ya que el golpeo era muy parecido, aunque con la Selección Española estaba algo más retrasado.
El Barça jugaba uno de sus partidos más especiales no solo porque se jugaba el pase a los cuartos, sino porque lo hacía después de la repentina muerte de su médico, Carles Miñarro.
Desde el sábado, la plantilla está en estado de shock y querían homenajearle de la mejor forma, en el campo. Se guardaba un emotivo minuto de silencio antes de comenzar el partido.