El partido entre el Real Valladolid y el Barcelona contó con una protesta por parte de un sector de la afición del cuadro blanquivioleta. Un partido más se pedía la marcha del actual propietario del equipo, el exfutbolista Ronaldo Nazario. Esta vez, además de la marcha que hubo antes del encuentro, también se fabricaron unos billetes de 500 euros con la cara del brasileño y varios de ellos cayeron en el banquillo culé. Lo que llevó a bromear a algunos jugadores azulgranas como Frenkie de Jong.
Una imagen que mostraron en DAZN con el neerlandés viendo las copias junto a Eric García e Iñigo Martínez. En un momento, dobló los billetes y bromeó con que se los guardaba en el bolsillo, algo que hizo sonreír al vasco que estaba pendiente del partido.
Otro de los que tuvieron gesto hacia la afición del Real Valladolid. Marc-André Ter Stegen, portero del Barcelona que volvió ante el equipo pucelano, quiso mandar un bonito mensaje a la afición blanquivioleta. Señaló que tienen un equipo y una afición "espectacular". Unas palabras en las que elogiaron a su rival en la jornada 34 de LALIGA EA SPORTS.
El lanzamiento de billetes comenzó en el minuto 12 de la primera mitad. Un momento en el que Iván Sánchez ya había conseguido poner por delante al equipo pucelano. Según había avisado la Federación de Peñas del club, se iba a tirar cerca de 60.000 billetes como el que cogió el propio Frenkie de Jong. También se oyeron cánticos como "Dónde están los millones" y "Ronaldo vete ya".
Una manifestación que acompañó al medio millar de aficionados que se apostaron en los alrededores del José Zorrilla antes de comenzar el partido. "Los brasileños se tienen que marchar", cantaron en contra de Ronaldo Nazario, al que esperan que venda pronto el club. Otro de los cánticos que se realizaron tanto fuera como dentro del estadio fue "Pucela somos nosotros". Una forma de manifestarse en contra de una propiedad que cada día que pasa menos quieren en la entidad.
Junto a estas dos protestas programadas había otras estipuladas para este encuentro. Se pensó en llevar una bandera amarilla a la salida de los jugadores y si se encontraba en la zona Norte, seguir las indicaciones de la grada de animación para el mosaico. En el minuto 28 de partido, cantar el himno por el orgullo de la historia del club vallisoletano.