Barcelona vivió este viernes una de sus tardes más especiales con la celebración de la rúa de campeones del Barça. Tras una temporada brillante en la que el equipo de Hansi Flick conquistó la Supercopa de España, la Copa del Rey y LALIGA, miles de aficionados salieron a las calles para rendir homenaje a los suyos en un recorrido que culminó de forma apoteósica en el Arco del Triunfo.
El punto álgido de la celebración se vivió al anochecer, cuando el autobús de los campeones llegó al emblemático monumento. Allí, una auténtica marea blaugrana esperaba con bengalas, fuegos artificiales, cánticos y una energía desbordante. El cielo de la Ciudad Condal se iluminó con luces de colores, mientras la música acompañaba los gritos de “¡Campeones, campeones!”.
El Arco del Triunfo, teñido de rojo y azul, se convirtió en el escenario perfecto para cerrar una temporada de ensueño. La comunión entre equipo y afición fue total, en una noche mágica que quedará grabada en la memoria del barcelonismo.
Los jugadores, visiblemente emocionados, saludaron a la multitud desde lo alto del autobús durante todo el recorrido, que empezó en el Spotify Camp Nou y terminó en el Arco del Triunfo. Raphinha, con su look llamativo, fue uno de los más vitoreados, mientras que Fermín López no soltó el micrófono en ningún momento, liderando los cánticos con entusiasmo. Szczęsny se unió a la fiesta lanzando gominolas a los aficionados y desatando risas a su paso.
Durante la celebración, no faltaron los cánticos dirigidos al gran rival, el Real Madrid. En varios momentos del recorrido, los jugadores y la afición entonaron con fuerza el ya clásico “Madrid, cabrón, saluda al campeón”. El ambiente fue de fiesta total, pero con ese inevitable toque competitivo que alimenta la histórica rivalidad entre ambos clubes.