Después de tres años viéndose las caras en la final de la Copa de la Reina, el Atlético de Madrid y el Barcelona adelantan a semifinales la rivalidad más atractiva que el fútbol femenino español ofrece en este momento.
Este domingo (11.00 hora peninsular), el cuadro rojiblanco y el azulgrana resolverán a partido único la penúltima ronda de Copa, compartiendo favoritismo y deseo de ganar.
Por parte del Atlético de Madrid, la consigna es vencer para agravar la situación de su máximo adversario. Derrotado el miércoles por el Sporting de Huelva en el Miniestadi, el Barcelona se quedó a 6 puntos del liderato de la Primera División femenina.
Esa primera plaza de la Liga Iberdrola la ostentan las pupilas de José Luis Sánchez Vera con total jerarquía y merecimiento, apuntando al doblete, aunque advertidas de su único tropiezo liguero.
En la primera vuelta, el Barcelona se impuso por 2-1 al Atlético de Madrid, el vigente campeón de Liga.
A ese recuerdo se aferra la escuadra catalana para salvar la semana: ante la amenaza de un cuarto curso en blanco en Liga, necesita sobrevivir en la Copa de la Reina antes de retomar en el mes de marzo su aventura en la Liga de Campeones.
"Con la idea de ganarlo todo", según reconoció el técnico barcelonista Lluís Cortés, el calendario apremia al Barcelona.
La semifinal de Copa ha ganado en importancia en el bando azulgrana, ganador de las dos últimas ediciones de ese certamen.
A sucederle en el palmarés aspira el Atlético de Madrid y, también, los dos otros semifinalistas. La Real Sociedad y el Sevilla competirán este domingo (16.30 horas) en Anoeta por la otra plaza en la final que acogerá Granada el 11 de mayo.
El preparador txuri-urdin Gonzalo Arconada auguró en rueda de prensa que el partido será "largo" e "incómodo". "Para ellos también es una posibilidad histórica poder jugar la final de Copa", remarcó.
Los dos encuentros de Liga cayeron del bando guipuzcoano por idéntico marcador (2-0 en Zubieta y 0-2 en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, hace tan solo dos semanas), pero el Sevilla promete disputa bajo la dirección de Cristian Toro.
Su "prioridad", según reconoció en declaraciones a EFE, "es la Liga", pero la plantilla que dirige el entrenador porteño volcará asimismo en la Copa toda su ilusión. El premio es la final.