La selección española de fútbol femenino se concentró el pasado 27 de mayo en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Allí comenzó un largo proceso trabajo para llegar a punto al debut en el Mundial de Francia frente a Sudáfrica. 19 días han pasado desde ese entonces y las chicas de Jorge Vilda ya se encuentran en la recta final de la fase de grupos.
48 horas quedan para afrontar el tercer encuentro de esta fase de grupos ante China, la cita más importante del Mundial. Ese partido decidirá nuestro camino en el campeonato. Necesitan ganar o empatar para asegurar el pase a octavos de final. Quedar tercera también te puede dar la posibilidad de entrar en octavos, pero el equipo lo tiene claro, no piensan hacer cálculos. Solo vale salir a ganar.
El reto no está siendo fácil. La concentración tampoco. Por eso, el equipo también necesita desconectar. Disfrutar entre ellas del buen ambiente que vive esta selección. No pensar durante unas horas en fútbol, en China, en tácticas. Y esta mañana por fin han podido hacerlo.
El equipo al completo se ha desplazado hasta Etretat para disfrutar de esta pequeña localidad del norte de Francia a unos 30 kilómetros de Le Havre. Subieron a la cima del Falaise d'Amont y se fotografiaron frente a la iglesia Notre-Dame de la Garde. Después bajaron a pie para conocer el centro del pueblo y los espectaculares acantilados de la Costa de Alabastro.
Pero la desconexión dio paso al trabajo. Las internacionales volvieron a los entrenamientos para centrarse en la gran cita frente a China y seguir escribiendo un nuevo capítulo en la historia del fútbol español. El objetivo está claro: ganar.