La gala de los premios The Best de la FIFA cerró con la coronación de la mejor futbolista del mundo, Megan Rapinoe. La estadounidense fue ya ka más destacada del Mundial en el que se proclamó campeona y repite galardón con este reconocimiento. En su discurso nos recordó por qué es un ejemplo de reivindicación de los derechos sociales.
En La Scala de Milán, la delantera alzó la voz contra la desigualdad de género y contra la homofobia en el fútbol, además de posicionarse ante el racismo: "Necesitamos que no solo las víctimas de racismo y discriminación clamen contra él, sino que todos nos impliquemos. Tenemos una plataforma increíble que no tiene nadie más en el mundo".
We hear reaction from some of the great and good of world football about #LeoMessi & #MeganRapinoe after their crowning at #TheBestAwards in Milan on Monday #TheBest | #FIFAFootballAwards
— #TheBest 🏆 (@FIFAcom) September 24, 2019
"Os pido a todos que levantéis a otra gente y les ayudéis, que compartáis vuestro éxito. Tenemos una oportunidad única para usar este juego para cambiar el mundo a mejor. Haced algo, lo que sea", exclamó Megan Rapinoe ante un teatro en pie.
Dentro y fuera del campo, no hubo una personalidad como la de Rapinoe. En el césped, a las órdenes de Jill Ellis, Estados Unidos consiguió el cuarto Mundial de su historia después de superar a España, Francia, Inglaterra y Holanda en las rondas eliminatorias.
Partidos en los que fue clave en todos ellos su capitana, Megan Rapinoe, que terminó el torneo como Balón de Oro y Bota de Oro. Unas actuaciones que quedó a la par de sus reivindicaciones al finalizar los encuentros.
Todo comenzó cuando la capitana estadounidense rechazó ir a la Casa Blanca en caso de victoria en el torneo. Lo hizo en protesta por el veto de la NFL sobre Colin Kaepernick, jugador afroamericano que protestó con una rodilla en el suelo durante la escucha del himno del país. También por sus compañeras futbolistas, reclamando llevarse el mismo reconocimiento económico que sus homólogos masculinos.
Cómo no, el presidente de EE.UU. Donald Trump entró al trapo y la retó a ganar primero el torneo antes de hablar. Multitud de partidarios y detractores de uno y de otro se posicionaron mientras el equipo de las barras y estrellas avanzaba en el torneo.
Antes de la final, Megan lanzó uno de sus dardos a la FIFA esta vez. Criticó a la organización por situar el mismo día de la final del Mundial femenino los partidos decisivos de la Copa América y la Copa de Oro: "No sentimos el mismo respeto que los hombres por parte de la FIFA".
Con el pitido final en el Estados Unidos 2-0 Holanda de la final, la jugadora de los Seattle Reign ya pudo callar la boca a sus 'haters'. Sin visita a la Casa Blanca, utilizó la celebración en las calles de Nueva York para lanzar un último mensaje, totalmente complementario con todos los anteriores: "Tenemos que amar más y odiar menos".