Jugadoras de EEUU alzan la voz tras el informe que revela los abusos sexuales sistémicos: “No nos han protegido”
Tras destaparse un informe sobre que el abuso emocional y la conducta sexual inapropiada son sistémicos en el fútbol femenino estadounidense, las jugadoras de la selección se encuentran en Londres preparando el partido contra Inglaterra mientras tratan de procesar todo lo ocurrido en los últimos días.
Desde esta concentración Becky Sauerbrunn, defensa del equipo nacional de EE. UU., ha alzado la voz para denunciar la inacción de los responsables, ejecutivos, propietarios y funcionarios de la federación, que no han colaborado ni han cumplido su deber de proteger a las jugadoras.
"Estamos horrorizadas, desconsoladas, frustradas, exhaustas y muy, muy enfadadas", dijo la defensora Becky Sauerbrunn, “creo que, durante mucho tiempo, exigir un cambio ha recaído en las jugadoras. Eso se debe a que las personas en posiciones de autoridad y de toma de decisiones han fallado repetidamente en protegernos y no han logrado responsabilizarse a sí mismos y a los demás”.
Un informe realizado externamente a la NWSL
Cabe destacar que este informe fue encargado por U.S. Soccer a la exfiscal general interina de los EE. UU., Sally Q. Yates, y al bufete de abogados King & Spaulding para investigar las denuncias de abuso en la Liga Nacional de Fútbol Femenino, después de los escándalos destapados el año pasado.
“Estamos enfadadas porque se necesitó una investigación de terceros. Enfadadas porque se necesitó un artículo en The Athletic y The Washington Post y muchos otros. Estamos enfadadas porque se necesitaron a más de 200 personas compartiendo su trauma para llegar a este punto en concreto”.
Un problema sistémico dentro de la NWSL
Cinco de los 10 entrenadores de la NWSL fueron despedidos o renunciaron la temporada pasada en medio de acusaciones de mala conducta. Entre ellos estaba el entrenador de North Carolina Courage, Paul Riley, quien fue despedido después de que dos exjugadoras, Mana Shim y Sinead Farrelly, lo acusaron de coerción y acoso sexual desde hace más de una década. Riley negó las acusaciones.
El informe de Yates se centró en tres exentrenadores, incluido Riley. La investigación no solo encontró mala conducta por parte de los tres, sino que también dijo que sus equipos no cooperaron por completo.