El entrenador del Real Betis, Pepe Mel, ha indicado hoy que el de mañana en Getafe "es un partido para acabar con malas sensaciones y malos resultados", ya que su equipo sólo ha sumado dos de los últimos quince puntos en liza en la Liga.Mel, en su comparecencia en la sala de prensa de la ciudad deportiva tras el entrenamiento, ha recordado que "los entrenadores siempre" tienen "finales. Cuando la ganas, la siguiente es un poco menos final" pero no quiso dejar de recordar que le parece "curiosa esta situación de urgencia" cuando el Betis está "cinco puntos por encima del objetivo", que es la permanencia.
No obstante, el preparador madrileño admitió que está "incómodo" porque "no para de hablarse de lo malo que le puede suceder a un entrenador -su posible destitución-", y lamentó "pasar de héroe a villano" pero confía en que "aunque el año será complicado, el Betis se salvará".
Mel aseguró que son "comprensibles" las quejas de la afición en los dos últimos partidos en casa y está "dolido" consigo "mismo por no saber conectar con un montón de gente que si no confía" en él "es porque algo se ha hecho muy mal".
Sin embargo, señaló que no le "molestar que se hable de sustitutos" porque lleva "mucho tiempo metido en este negocio" cuando ha "estado sin trabajar también salía en listas. Lo extraño sería que no saliera nada".
Pepe Mel insistió en que tuvo una "reunión el lunes con (Ángel) Haro, (José Miguel) López Catalán y (Juan Carlos) Ollero -vicepresidentes y presidente del club, respectivamente- para pensar en el mercado, las salidas y las entradas", algo que considera "urgente" porque están "a 8 de enero y hay que agilizar el asunto ya".
El técnico madrileño admitió que "no es sencillo colocar a seis o siete jugadores" que le sobran porque "la idea era tener una plantilla de veintidós y hay todos los días entrenando 29. Hay once futbolistas que no van a Getafe", pero es consciente de que "el club trabaja y lo quiere hacer lo antes posible".