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Pachón:"Cada vez que veo los goles de Tenerife se me pone la piel de gallina"

Sergio Pachón (Madrid, 5/02/1977), es uno de los mitos del Getafe. La historia es caprichosa y justo 13 años después de aquel ascenso en Tenerife en el que Pachón marcó 5 goles para colocar a su equipo en la elite, el conjunto madrileño volverá a jugar por subir a Primera División en el estadio Heliodoro Rodríguez López.Juan José Lahuerta
Este miércoles iniciará allí la eliminatoria final por alcanzar la máxima categoría del fútbol español. En una entrevista con EFE, Pachón recuerda aquel día en el que escribió su nombre en la historia de un club que vuelve a luchar por estar en Primera División. Todavía, cuando Pachón ve el vídeo de aquel partido, se le pone la piel de gallina. Nunca ha olvidado aquella tarde del 19 de junio de 2004.
 
Pregunta: ¿Aquella tarde en Tenerife es por la que más le recuerdan de su carrera deportiva?
Respuesta: Sí. Al final fue un hito histórico para el club y además por cómo fue, en el último partido, fuera de casa, primera vez que ascendía el Getafe... evidentemente la afición del Getafe se acuerda mucho más. Pero sí que es verdad que mucha gente de otros clubes también se acuerdan de ese día tan sonado.
P: ¿Trece años después le siguen parando por la calle para recordárselo?
R: Sí, sí, todavía. Sobre todo este año que he vuelto al Getafe a trabajar, me lo recuerdan a cada minuto. Cuando volví, la campaña de abonados tuvo el lema "El Espíritu de Tenerife" para intentar volver a conseguir la épica de volver de Segunda División a Primera. Y así iniciamos el curso, con el espíritu del Getafe y una imagen mía con la camiseta de aquel día. Parece que el destino ha sido caprichoso nos ha puesto casi, casi en la misma situación y casi en el mismo día. El 19 de junio hicieron trece años y en el mismo campo, contra el mismo equipo y jugándonos la vida.
P: ¿Cómo vivió ese día antes del encuentro? ¿Esperaba que le pasara algo así?
R: No, para nada. Fue una semana muy, muy tranquila. El equipo había hecho los deberes durante todo el año y estábamos muy confiados. No hubo un nerviosismo excesivo. Noté una tranquilidad en general que nos ayudó a llevar las cosas tan bien como salieron, Teníamos un equipo muy unido y eso fue lo más importante. Que luego metiera esos goles, fue cosa del destino. El equipo era una familia. Inconscientemente, cada vez que marcábamos un gol nos íbamos hacia el banquillo porque queríamos celebrarlo con la gente que había lesionada, con familiares, con el entrenador... fuimos una familia muy unida y creo que esa fue la base del éxito de ese año.
P: ¿Alguien os recordó aquella semana que íbais a un campo duro en el que grandes como el Real Madrid perdieron Ligas en la última jornada?
R: Éramos conscientes. Pero éramos conscientes de que en esa época el Tenerife no se jugaba nada y que era un equipo que llevaba once jornadas sin perder. Pero la necesidad de puntos no la tenían. Todo el mundo que habla de fútbol dicen que la necesidad es algo a tu favor. Al final el equipo que más lo necesita tiene un pequeño margen de ventaja. Y lo aprovechamos. Salimos muy enchufados y cuando quisieron despertar ya habíamos marcado tres goles. Después se complicó la cosa un poco durante el partido (acabó 3-5). Nosotros siempre confiamos en nuestras posibilidades.
P: ¿Qué anécdota más increíble guarda de los noventa minutos?
R: Recuerdo cada gol, cada instante, pero sobre todo después, cuando todos nos pudimos mirar a los ojos. Eso fue dentro del vestuario. Fuera, al final, salió tanta gente, empujones, abrazos, tirones... que cuando todos nos unimos en el vestuario y nos vimos, fue increíble. Fue cuando empezamos a decir que lo habíamos conseguido. El reencuentro con los compañeros fue lo mejor. Éramos una piña. Y seguimos unidos, tenemos un "whatsapp" de ascenso y siempre que alguno tiene algún problema o necesita algo, ahí estamos para echar una mano.
P: Una duda histórica. ¿Fueron cuatro o cinco goles? Siempre hay dudas con el cuarto, que chocó con un defensa y la pelota entró. Unos dicen siempre que marcó cuatro y otros dicen que cinco.
R: ¿En un partido quién crees que tiene la potestad para decidir?
P: El árbitro, pero el jugador es quién mejor lo sabe.
R: Oficialmente, el árbitro. Pues en el acta pone que metí cinco (ríe).
P: ¿Y la realidad cuál fue? ¿Se puede decir?
R: La realidad es que el cuarto gol... llevaba el balón de cara, por detrás me dieron una patada, chocamos con el portero, el balón se desplazó... y en el momento en el que me caí al suelo no me acuerdo de nada. Sí recuerdo que cuando me recuperé le pregunté al doctor, que qué había pasado. Me respondió: 'pues que has marcado gol'. Yo le dije: 'venga coño, deja de vacilarme'. Me hizo mirar al marcador y sí, había sido gol. No me acuerdo de nada porque fue un choque. No puedo decir que sí la toqué o que no la toqué. Te estaría engañando porque no me acuerdo. Pero el árbitro me dio cinco. Después del batacazo que me pegué, como para no darme ese gol (ríe).
P: ¿Qué siente ahora cuando el Getafe vuelve a jugarse el ascenso en Tenerife trece años después?
R: Estoy como diez veces más nervioso que durante toda aquella semana y durante aquel partido. Más nervioso porque sigue tocándome muy de cerca. Trabajo para el Getafe, defiendo los colores del Getafe, sigo peleando por y para el Getafe y esta semana nos la jugamos. Cuando supe la noticia de que había pasado el Tenerife, me pasaron mil cosas por la cabeza. Desde la impotencia porque no puedes hacer nada en ese partido, pero ahora mismo no depende de mí. Confío mucho en el equipo, hemos ido de menos a más. Confío en que ganemos para ascender otra vez, pero en Getafe. Que sea igual de recordado o más.
P: Está cerca de los jugadores... ¿va a acercarse a ellos para contarle historias del abuelo?
R: Hablamos mucho con ellos porque al final desayunamos juntos. Son muy cercanos. Están en la cafetería antes del entrenamiento y esta mañana he estado hablando con Molina porque tenemos una relación bastante cercana. En general con todos. Pero por esta circunstancia te hacen bromillas. Al final, esta mañana estaban todos súper ilusionados. Les cuento anécdotas anteriores, tenemos una relación muy fluida y hemos hablado durante todo el año.
P: ¿Ha visto muchas veces el vídeo de aquel Tenerife-Getafe?
R: La verdad es que medio millón de veces, un millón más o menos. Al final hoy es más fácil, porque antiguamente me tenía que poner el VHS. No hace tanto, pero ahora con móvil, las redes sociales... pues me han puesto por Twitter mil veces los vídeos de los goles. Me los recuerdan muchísimo. La gente, cuando llegan estos momentos, se acuerdan el doble. Pero siempre hay alguien que te recuerda, que manda el vídeo. Lo he visto muchísimas, muchísimas veces y cada vez que veo los goles de Tenerife se me pone la piel de gallina.
P: ¿Siente nostalgia de aquellos tiempos?
R: Llevo sólo un año parado desde que dejé el fútbol. El 1 de julio llevaré un año en el Getafe desde que entré trabajando en la escuela. Estoy tan ilusionado con mi trabajo, con los niños, por cómo ha salido todo el año, por mi nuevo puesto, con esta nueva etapa y no me ha dado tiempo a echar de menos el fútbol. Lo amo muchísimo y en cuanto puedo, echo dos patadas con mis hijos. Nostalgia no, me tocó vivir un ciclo y estoy muy orgulloso de haber conseguido lo que he conseguido. Asumo que todo tiene su etapa. Al final es pasar lo mejor posible por tu carrera y hacer el mayor número de amigos posible. Soy muy afortunado porque el noventa por ciento de la gente que me he cruzado en el fútbol, son amigos. El fútbol sólo me ha dado cosas bonitas.

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