El Getafe de José Bordalás, quinto con 35 puntos transcurridas 23 jornadas, nunca había estado tan arriba en la clasificación a estas alturas de temporada durante su periplo en Primera en sus catorce campañas en la máxima categoría.
El cambio que ha experimentado el Getafe desde que llegó José Bordalás en septiembre de 2016 ha sido exponencial. Cogió a un equipo deprimido, en Segunda, y con una afición totalmente desenganchada por los malos resultados y el poco fútbol que veía en sus jugadores.
Unos meses después ese equipo celebró un ascenso a Primera, la afición regresó al Coliseum Alfonso Pérez y en su vuelta a la máxima categoría se quedó a un paso de entrar en Europa con una octava posición.
Este curso, el Getafe, disputadas 23 jornadas de Liga, es quinto con 35 puntos, está asentado en zona europea y está a solo dos del cuarto clasificado, el Sevilla, que ocupa puestos de Liga de Campeones.
Con estos números es normal que la afición se haya ilusionado con el rendimiento de una plantilla que ya ha entrado en la historia del club, puesto que el equipo azulón nunca había estado tan arriba en la clasificación con veintitrés jornadas disputadas.
En la temporada 2006/2007, el Getafe de Bernd Schuster también tenía 35 puntos e incluso había encajado tres goles menos (16) con Pato Abbondanzieri que ahora con David Soria (19), pero era octavo y estaba lejos de la Liga de Campeones.
Tres años después de aquel curso, en la 2009/2010, Míchel situó al final de la temporada al Getafe sexto, su mejor clasificación de la historia, pero en la jornada 23 tenía 32 puntos y había recibido 30 goles.
Pese a la buena temporada que está realizando el equipo, calificada de "matricula de honor" por su propio técnico, José Bordalás, el discurso que se sigue lanzando públicamente desde el vestuario es de prudencia para lograr cuanto antes el "objetivo de la permanencia".
El único que ha hablado de la posibilidad de jugar competición continental es el presidente, Ángel Torres, que el pasado 18 de diciembre de 2018 dijo que "dar una vuelta por Europa cada cuatro o cinco años es bonito".
De momento, la buena marcha del equipo ha hecho que la ilusión flote en el ambiente, el Coliseum presente muy buen aspecto en la gran mayoría de los partidos y el futuro se mire con optimismo. La próxima parada, Ipurua para medirse al Eibar.