El entrenador del Getafe, José Bordalás, aseguró este domingo que el punto logrado ante el Real Valladolid en el tiempo de prolongación "sabe muy bien" después de lo acontecido en un partido en el que "hubo de todo" y que empezaron controlando, tras tomar la iniciativa en el marcador.
Reconoció que el empate "supuso una losa", ya que "el equipo bajó las prestaciones", mientras que el Real Valladolid "ganaba los duelos y jugaba más cómodo" y, aunque trataron de corregir tras la reanudación, "en el segundo tiempo pasó de todo" y no les benefició para reaccionar.
De hecho, según explicó, el penalti que señalaron a Djené "fue injusto", ya que "el balón le dio en el brazo tras un rebote, pero no pudo hacer nada al respecto, salvo arrancarse el brazo" y, a esto se añadió la expulsión de Olivera tras ver la segunda tarjeta amarilla, que también consideró "fuera de lugar".
Tras esas acciones, "el Valladolid pasó a controlar el partido", pero su equipo lo intentó hasta la última jugada con un penalti que considera "totalmente claro" y que transformó Molina para sumar un punto que da por bueno, ya que sabe que será "muy difícil lograr puntos, puesto que todos los equipos se juegan algo".
La mala noticia del partido fue la lesión de Antunes, que parece que tiene una "lesión grave" en la rodilla porque, aunque tendrán que realizarle pruebas, "todo apunta a que puede ser algo importante".
Bordalás quiso felicitar a los jugadores porque, si bien es cierto que el Real Valladolid les superó durante muchos minutos, son un "equipo modesto que lo da todo", que trata de corregir errores y que en este caso tuvo que superar la lesión de Antunes y la expulsión de Olivera, que trastocó el juego.
"No va a ser fácil ganar partidos, como se ha visto hoy ante un Real Valladolid que hace buenos partidos y que ha contado con una gran afición, y habrá que sufrir mucho de aquí al final del campeonato", advirtió, al tiempo que confirmó que la dinámica del Getafe "es muy buena".