El Girona vive inmerso en el peor momento de su corta historia en Primera División, tras diez jornadas sin conocer la victoria que le han situado en plazas de descenso, y el central Juanpe Ramírez ya admite que el vestuario sabe que la lucha por la permanencia se prolongará hasta el último partido.
"Tenemos asumido que ésta va a ser nuestra lucha hasta el final", reconoce Juanpe, quien precisa que trabajan "para revertir la situación, para que todo acabe en una alegría".
Según el canario, "a nadie le gusta vivir en esta situación" y subraya que los jugadores están "dolidos por la derrota contra el Huesca (0-2), porque nadie la esperaba".
Sin embargo, el central puntualiza que no están asustados e invita a sus compañeros a tener "calma y tranquilidad". "La lucha va a ser intensa e igualada hasta el último partido", añade, consciente de que llevan "mucho tiempo sin tener una alegría en la Liga".
"Un año y medio después nos ha llegado el momento de vivir con la que se esperaba que fuera nuestra realidad, la de luchar para mantener la categoría", sentencia Juanpe, uno de los futbolistas más imprescindibles en los esquemas de Eusebio Sacristán.
El zaguero de Las Palmas de Gran Canaria reconoce que la solución a los problemas del Girona pasa por "tener más acierto en las áreas", porque "da la sensación de que se encajan goles con demasiada facilidad".
"También tenemos que seguir trabajando para mejorar en ataque, porque no crear tantas ocasiones como el año pasado nos hace meternos atrás", destaca Juanpe antes de matizar que, "a pesar de los resultados, también se están haciendo cosas bien".