El piloto de la selección de Holanda, Hensley Meulens, que la pasada noche perdió ante Puerto Rico por 3-4, en 11 entradas, la semifinal de la cuarta edición del Clásico Mundial de Béisbol, analizó lo sucedido en el diamante del Dodger Stadium y admitió que los errores mentales dejaron a su equipo fuera de la competición por segunda vez consecutiva.El manejador curazoleño destacó especialmente lo sucedido en la primera entrada cuando el veterano receptor de Puerto Rico, Yadier Molina, sorprendido a dos corredores de Holanda que habían llegado a base y se separaron los suficiente de la almohadilla para dejarlos "out", lo que impidió que el equipo que logró racimo de dos carreras podría haber definido el partido a su favor.
"Lo frustrante para mí son los errores mentales que cometimos en el primer episodio en las bases", subrayó Meulens. "Cuando habíamos hablado de lo que podría suceder si no estábamos concentrados".
Con Andrelton Simmons en la segunda base y Jurickson Profar cuadrándose para tocar, el primero se despegó mucho de la almohadilla.
Molina, Jugador Más Valioso (MVP) del Grupo F del torneo la semana pasada en San Diego, sacó un tiro letal a la intermedia que provocó que Simmons estuviera atrapado y finalmente puesto out.
La historia se repitió momentos después, Profar dio sencillo para poner a hombres en primera y tercera, pero luego del disparo del jardinero derecho Eddie Rosario al plato --para mantener a Xander Bogaerts en tercera--, Molina hizo otro tiro sorpresa a primera que pilló a Profar de vuelta a la base tras celebrar su imparable.
"Hablamos con nuestros muchachos antes del juego acerca de la experiencia de Yadier Molina detrás del plato y el hecho de que le gusta tirar a las bases", reveló Meulens. "Si te despegas demasiado, te sorprenderá y eso es lo que pasó".
Meulens fue especialmente duro con la acción de Profar, que simplemente se olvido de lo que son los fundamentos del juego del béisbol, algo que ejecutaron a la perfección los peloteros de Puerto Rico, con Molina a la cabeza.
Profar se olvidó de donde estaba la bola sin que la jugada hubiese concluido después de haberle sacado imparable al abridor Jorge López,
"Eso es inaceptable", admitió Meulens. "Esos dos errores en corrido de bases nos costó más carreras en ese episodio. Eso pudo haber sido la diferencia entre ganar o no".
Al igual que hace cuatro años, Holanda se topó con un equipo invicto en la ronda semifinal del Clásico y perdió. Pero en esta ocasión, el partido fue de muchas alternativas y se decidió en entradas extras, diferente a la derrota por 4-1 ante la República Dominicana en el torneo anterior.
"Empezamos este torneo para ganarlo", destacó Meulens, que ha dirigido a Holanda en ambas derrotas que les costó la eliminación en semifinales. "Jugamos bien, pero hubo fallas mentales", reiteró.
La selección holandesa, que salió de grupos en Corea del Sur como segundo clasificado por detrás de Israel, y Japón en las primeras dos rondas, termina este Clásico con récord global de 4-3, siendo dejada en el terreno en uno de los partidos más emocionantes de todo el torneo y el que todo fue de libro con un gran pitcheo, mejor defensa y el bate oportuno.
"Los muchachos jugaron con todo corazón", subrayó Meulens. "Fue así de ambos lados, de muchas emociones".
Meulens también reconoció que Puerto Rico había sido el "mejor" equipo al que se habían enfrentado en el torneo, como lo demostraba su marca invicta de 7-0.
"Ahora lo que debemos hacer es aprender de cara al futuro y por supuesto a Puerto Rico desearle toda la suerte de cara a su partido de la gran final", agregó Meulens.