El jardinero Adam Jones con rola por tierra produjo la carrera del triunfo de Estados Unidos (2-1) ante Japón en la segunda semifinal de la cuarta edición del Clásico Mundial de Béisbol y consiguió por primera vez el pase a la Gran Final.El segunda base Brandon Crawford, que había pegado sencillo en su turno al bate contra el relevista Kodai Senga, se encargó de anotar desde la tercera, con la ayuda del antesalista japonés Nobuhiro Matsuda, que no fildeo bien, la carrera que permitirá a Estados Unidos enfrentarse mañana, miércoles, a Puerto Rico en la Gran Final, que se disputará en el mismo escenario del Dodger Stadium de Los Angeles.
Puerto Rico (7-0), que está invicto, ganó a Estados Unidos (6-5) en la segunda ronda del torneo, y llegó a su segunda final consecutiva tras vencer la pasada noche por 4-3, en 11 entradas, a la selección de Holanda.
La victoria lograda esta noche también le sirvió a Estados Unidos de venganza deportiva después que en la segunda edición del 2009, Japón venció a la selección de las Barras y las Estrellas por paliza de 9-4 y les impidió llegar a la final.
Como se esperaba el duelo entre ambas selecciones fue toda una exhibición de pitcheo con los abridores Tomoyuki Sugano por Japón y Tanner Roark, que lo hizo con Estados Unidos, que aunque se fueron sin decisión hicieron una gran labor monticular.
Tuvo que ser de nuevo el bateo oportuno de Jones y ante del también guardabosques Andrew McCutchen, que pegó sencillo impulsador para que anotase Christian Yelich la primera carrera de Estados Unidos, lo que hizo la diferencia a favor de la novena de las Barras y las Estrellas.
Estados Unidos se puso con ventaja de 1-0 en la parte alta de la cuarta entrada contra Sugano, que fue lo único que concedió en las seis entradas que trabajo y en las que espació tres imparables y abanicó a seis bateadores rivales.
Mientras que Roark se iba después de cuatro entradas de lanzar una pelota intratable con dos imparables permitidos, dio una base por bolas y sacó un ponche.
La defensa de Estados Unidos hizo el resto como lo demuestra que Roark realizó 48 lanzamientos y 30 fueron a la zona del "strike".
El veterano piloto de Estados Unidos, Jim Leyland, comenzó entonces a mover el bullpen y lo hizo con Nate Jones, que lanzó perfecta la quinta entrada, pero en la sexta con un "out" en la pizarra el segunda base Ryosuke Kikuchi lo castigó con jonrón solitario por encima de la barda del jardín derecho que puso de nuevo el empate en la pizarra y la vuelta a empezar.
Ahí fue cuando Estados Unidos con mayor profundidad en su bullpen retiró a Jones para poner en el montículo al zurdo Andrew Miller que se encargó de sacar los dos últimos "outs" del episodio y apagó el fuego.
Que seguiría sin prender con Sam Dyson, Mark Melancon, Pat Neshek y el cerrador Luke Gregerson (3), que estuvo perfecto y sacó los tres últimos "outs" del partido con apenas siete lanzamientos y seis fueron "strikes" para quedarse con el tercer rescate en lo que va de torneo.
La victoria se la llevó Dyson (1-0) que lanzó la séptima entrada completa sin ceder absolutamente nada después de mandar 12 lanzamientos a la receptoria y siete fueron colocados en la zona buena, donde Buster Posey hizo una labor excepcional y encabezó la defensiva de Estados Unidos.
La derrota fue para el relevista Senga (1-1), que completó dos entradas en el montículo, le pegaron dos imparables con una carrera limpia, no dio bases por bolas y retiró a cinco bateadores por la vía del ponche.
Luego Japón, que ha quedado eliminado por segunda vez consecutiva en las semifinales del Clásico, que ganó las dos primeras ediciones, utilizó a otros tres relevistas que también estuvieron impenetrables, pero su bateo no pudo con el "bullpen" dominante de Estados Unidos, que fue el que los llevó a estar en la ansiada y soñada final del Clásico Mundial.