El primera base Yuli Gurriel, de los Astros de Houston, que hizo historia la pasada noche al ser el pelotero cubano que más imparables ha conseguido en la fase de playoffs de las Grandes Ligas, sigue en el ojo del huracán de la polémica por el gesto racista que hizo contra el abridor japonés Yu Darvish, de los Dodgers de Los Angeles.La acción se dio durante el Tercer Juego de la Serie Mundial que los Astros ganaron por 5-3, con cuadrangular solitario de Gurriel en la segunda entrada que abrió un racimo de cuatro carreras de los Astros que definieron el triunfo del equipo de Houston, que tiene ventaja de 2-1 en la serie al mejor de siete.
Ahora Gurriel podría ser sancionado por el gesto de estirarse los pliegues de los ojos con los dedos en referencia al origen de Darvish, de madre japonesa y padre iraní, y al que llamó "chinito", algo ofensivo para el lanzador de los Dodgers.
Gurriel ya dijo que no quiso ofender a Darvish después de haberle conectado cuadrangular, pero no ha sido suficiente para que la polémica quedase zanjaa.
"En ningún momento tuve un gesto de ofensa contra ellos, al contrario, siempre he tenido mucho respeto", declaró Gurriel. "Yo ayer comentaba que no había tenido mucha suerte con el lanzado Darvish a través de los años, y la acción fue que dije 'ojalá que él me viera como ellos y me tira un picheo cómodo'".
Una persona con conocimiento de la situación confirmó hoy a EFE que la liga hablará con Gurriel y en base a la conversación que mantengan ambas partes podría tomar una decisión, que no excluye la de ser suspendido con al menos un partido en la Serie Mundial.
Ya hay antecedentes en torno a este tipo de acciones durante la temporada regular cuando la liga suspendió a dos jugadores por acciones similares a la de Gurriel que reflejan de alguna manera comentarios homofóbicos.
Gurriel también utilizó la palabra "chinito" para referirse a Darvish, que según el toletero se emplea habitualmente en Cuba para referirse a los asiáticos.
Pero también admitió que sabía que la palabra podría considerarse ofensiva en Japón, pues jugó en ese país en 2014, donde siempre fue bien tratado.
"En Cuba y en varios lugares en vez de decir japonés se dice chinito a todos (los asiáticos)", señaló. "Pero estuve en Japón y sé que para ellos es una ofensa, y de verdad que le pido perdón por esa acción, porque sé que a ellos no les gusta".
Darvish jugó profesionalmente en Japón de 2005 a 2011, un año antes de incorporarse a los Vigilantes de Texas. El 31 de julio de este año, fue cedido en canje a los Dodgers.
El lanzador se mostró disgustado por el gesto de Gurriel y considero que no había sido lo más correcto, deportivo y profesional.
"Al actuar así, simplemente la faltas al respeto a la gente de todo el mundo", sentenció el japonés.
El piloto de los Astros, A.J. Hinch, declaró que no había hablado todavía con Gurriel del asunto, pero sabía que estaba arrepentido de lo sucedido la pasada noche en el Minute Maid Park de Houston, donde se disputó el partido.
Gurriel dijo que espera hablar con Darvish sobre el incidente y pedirle perdón personalmente, a la vez de explicarle las verdaderas intenciones que motivaron su gesto racista.
"Si él se sintió ofendido, de verdad que le pido la disculpa, la verdad que no fue mi intención", declaró Gurriel, que pasó 15 años jugando en la liga profesional cubana.
Gurriel llegó a Japón en la temporada del 2014, antes de firmar con los Astros la campaña pasada y esta ser la primera completa que disputa en las Grandes Ligas.
En el tercer juego del Clásico de Otoño, Gurriel aportó un jonrón y un doble. Durante los playoffs, batea para .346. y tiene ya 18 imparables, la mejor marca de un pelotero cubano en las Grandes Ligas al superar a Dagoberto Campaneris, quien logró 16 imparables en la postemporada del 1973 con los Atléticos de Oakland.
El primer imparable de Gurriel en el partido del viernes por la noche fue un jonrón solitario en el segundo episodio que inauguró el marcador.
Con dicho batazo, el oriundo de Sanctí Spíritus se convirtió en el primer novato de la franquicia de Houston que se vuela la cerca en un partido de Serie Mundial.
El cuadrangular de Gurriel, combinado con el jonrón de su compatriota Yasiel Puig por los Dodgers en el Segundo Juego, representa apenas la segunda vez que más de un jugador cubano batea vuelacerca en un Clásico de Otoño.
En la Serie Mundial de 1965, Zoilo Versalles de los Mellizos de Minnesota conectó cuadrangular en el Primer Juego, mientras que su compañero de equipo Tony Oliva la sacó en el Cuarto.