¡Qué imagen tan bonita! Gestos así son los que hacen grande el deporte. Como se puede ver en el vídeo superior, todo ocurrió en el partido de béisbol de la MLB que estaban jugando el Pittsburgh Pirates contra el Cincinnati Red.
Una pelota llegó a la grada, la cogió un niño y dejó llorando a su hermano. Para calmar su llanto, decide regalarle la bola y al poco tiempo subió alguien del estadio y les regaló una a cada uno firmada por el jugador David Bednar, de lo Pittsburgh Pirates. Queda claro que el amor y los hechos bonitos y especiales tienen recompensa.