Marcelo Bielsa vuelve a responder a las graves acusaciones de Luis Suárez: "Sería necio que dijera lo contrario"

Marcelo Bielsa ha conseguido ahuyentar, en parte, los fantasmas de los malos resultados de Uruguay con cuatro valiosos puntos en los últimos dos partidos clasificatorios para el próximo Mundial 2026 de México, Estados Unidos y Canadá. Cierta calma que no ha evitado que el seleccionador charrúa vuelva a ser cuestionado sobre el conflicto con Luis Suárez. 

El ambiente provocado por la rajada de Luis Suárez contra Marcelo Bielsa y que tuvo la respuesta de varios futbolistas de la Celeste sigue enrarecido y ahora, el seleccionador ha matizar sus palabras al conflicto en el que aseguró que su "autoridad se vio afectada".

"Obviamente, imagínese, como voy a ignorar yo, que sucedieron cosas que afectan mi autoridad, por supuesto. Seriamente le afecta. Ese es otro tema que yo contesté", señaló Bielsa.

"Los episodios a los que usted hace referencia afectaron mi autoridad, sí. Sería necio que yo dijera lo contrario. Cualquier entrenador que pase por las situaciones que yo pase queda seriamente afectadas su autoridad", finalizó al respecto.

La rajada de Luis Suárez contra Marcelo Bielsa

Todo viene a raíz de las palabras de Luis Suárez en una entrevista para DSports en la que criticó la actitud de Bielsa con los jugadores y el resto de empleados de la Selección Uruguaya: "Marcelo Bielsa hace una conferencia y habla cosas maravillosas de la gente y en Nueva York hubo un día que nos pidió que no paráramos a saludar a la gente y yo me paré y le dije que a la gente la íbamos a saludar de todas maneras".

"Muchos jugadores hicieron una reunión para pedirle al entrenador que por lo menos nos dijera buen día, ni saludaba. En el Complejo Celeste a los empleados no los dejan pasar y saludar y comer con nosotros. Se tienen que cuidar hasta por la puerta donde tienen que entrar. Me parte el alma que en el Complejo se viva así hoy día", detalló el actual delantero del Inter de Miami.

Luis Suárez también narró una anécdota en la que prácticamente le ignoró después de intentar arreglar la situación: "Voy a una conversación con él, me siento frente a él, le estoy hablando entre cinco y seis minutos, mirándolo a la cara, diciéndole que los jugadores estábamos con él, que íbamos a respetar las decisiones que él tomara. Me miró y me dijo 'Muchas gracias, Luis'. Y me levanté y me fui. No me contestó nada en los cinco o seis minutos que lo estuve mirando".