En Stuttgart, en un encuentro marcado por la contundencia de Kylian Mbappé y la falta de eficacia de Alemania, Francia se llevó el tercer puesto de la UEFA Nations League tras imponerse por 0-2 con goles de su capitán y de Olise. Un partido que pudo decantarse en la primera mitad para los germanos, pero en el que la falta de acierto y la inspiración del delantero del Real Madrid acabaron marcando la diferencia.
El arranque fue una exhibición ofensiva del conjunto de Nagelsmann. Adeyemi, Füllkrug y Woltemade desbordaban por las bandas, Kimmich distribuía con criterio y Maignan acumulaba paradas para mantener a flote a los de Deschamps. Alemania acumuló ocasiones, incluso reclamó un penalti dudoso a Adeyemi, y estrelló un balón en el palo por medio de Wirtz. Pero en fútbol, quien perdona lo paga.
Justo antes del descanso, cuando Alemania parecía tener el partido bajo control, Mbappé silenció el estadio con un disparo desde el segundo palo que tocó en Ter Stegen, besó el poste y entró. Era el 0-1 y el gol número 50 del astro francés con su selección, colocándose a solo uno de Henry y a siete de Giroud.
La segunda parte tuvo otro guion. Alemania bajó el ritmo, y Francia encontró espacios. Thuram y Cherki rozaron el segundo, pero fue Olise quien terminó de cerrar el marcador. En el minuto 84, tras una pérdida alemana y un error de coordinación entre Koh y Tah, Mbappé se plantó solo ante Ter Stegen y regaló el 0-2 a su compañero.
Nagelsmann movió el banquillo en busca de una reacción que nunca llegó. Francia, mucho más sólida atrás, defendió con orden y lanzó contragolpes peligrosos que pudieron ampliar la ventaja. Alemania acabó sin ideas, chocando con la defensa gala y con la impotencia de saber que siguen sin ganarle a Francia desde el Mundial de 2014.
Además del gol y la asistencia, Mbappé se convirtió en el cuarto jugador más joven de la historia en alcanzar los 50 goles con una selección europea. A sus 26 años y 5 meses, su actuación eclipsó cualquier crítica reciente y dejó claro que sigue siendo decisivo incluso en partidos sin trofeo de por medio.