El escándalo de la Kings League y las lágrimas de Joseja tras el gol de oro

El domingo de Kings League previo a los playoffs de la Kings Cup deja el final más polémico de la historia en la competición. Con todo en juego entre Rayo de Barcelo y Saiyans, el colegiado acabó llorando en los vestuarios tras anular un gol a los de Grefg por una mano discutible.

El nivel de la competición en la Kings League es tan serio como el trato de presidentes, las broncas de jugadores y la presión de árbitros. El último día de la fase regular de la Kings Cup fue un estallido de emociones, y la mano de Renato Augusto seguida del gol de Cichero fueron los detonantes.

El caso Saiyans es uno de los más difíciles de juzgar de toda la Kings League. La mano de Renato Augusto en la jugada previa al gol de los blanquiazules paró ocho minutos el partido. Críticas, discusiones, VAR y una duda razonable con gol anulado, y claro, todo explotó tras el gol de Cichero.

En el pospartido Grefg reaccionó con una petición urgente de impugnación, porque su gol le daba la victoria gracias al gol de oro. Piqué incluso respondió sin dar soluciones, y más allá de la derrota, la realidad parece cerrada con respecto a los partidos de playoffs.

Así reaccionó Grefg tras la incredulidad del directo: "Intentaremos hacer el mejor trabajo posible para impugnar el partido. Será una decisión de la liga después del partido de hoy".

Las lágrimas de Joseja en la Kings League

Algo más tarde Ibai vio la polémica en su directo nocturno con algún detalle más de la situación. Con la mira puesta en los árbitros, fue sincero hasta las trancas:  "Yo estaba donde los árbitros, y antes de que cerraran la puerta Joseja estaba llorando en el vestuario. Me ha sentado muy mal porque tenemos que impedir que este tipo de cosas pasen. No es por señalar a nadie, un día la caga uno y otro día otro. Santos hay muy pocos, gente que no se haya equivocado nunca hay muy pocos".

El golazo de Cichero, en segundo plano

Más allá de la polémica el golazo de Cichero para cerrar el partido es una auténtica delicia y apenas tiene protagonismo. Golazo a la escuadra, de falta directa, tras un partido sufrido, con polémica y una clasificación automática del Rayo de Barcelona a playoffs.