El sueño de LaLiga Promises

Este no es un texto más. Es, de alguna manera, el cierre de un servidor a la XXX edición de LaLiga Promises Santander, de la que he tenido la inmensa suerte de formar parte cubriéndola in situ en Vila-Real.

Han sido días muy intensos. También de bastante calor. Y, por lo que contaban todos, diferentes a los de las anteriores ediciones -maldito coronavirus-. No hemos podido tener el contacto cercano que sí ha habido otros años con las jóvenes promesas del futuro y con sus familiares. Ha habido que acostumbrarse a pasar un test de antígenos cada mañana. Pero lo importante ha sido que el fútbol también ha vuelto a LaLiga Promises Santander.

Ha sido una pasada ver tan cerca a niños que juegan tan bien al fútbol. Igual peco de novato o de exagerado, pero lo siento así. He crecido viendo este torneo todos los años. Me he sentado delante del televisor en cada edición. He fantaseado con ser algunos de los jugadores -porteros en mi caso- que destacaban. He seguido la trayectoria de los chicos de mi edición. Me he alegrado cuando he visto que alguno de los que me había gustado en uno de los torneos llegaba a su primer equipo correspondiente. En definitiva, he cumplido uno de los pequeños sueños que tenía como periodista.

No es un Mundial, no es una Eurocopa y no es una final de la Champions, pero los chicos lo han vivido como si lo fuera -chapó por todos-. Ha sido una pasada disfrutar de Bugarín -qué bueno que es-, de Siriki -ojo con este chico- y de Fer -vaya clase-. También de la dupla atacante del Sevilla FC, del liderazgo de Nico, capitán del Atleti, y de la magia de Juan, el '7' del Real Madrid. Pero también de muchos otros. Y de los ánimos de todos y cada uno de los padres a sus chicos, de los aplausos de unas aficiones a otras, de la pasión con la que se ha vivido todo.

En ElDesmarque lo hemos intentado contar todo de la mejor manera posible. Y así seguirá siendo.

A por más.