La Mahd Acamedy ha sido uno de los grandes centro neurálgicos estos días en Riad. Las instalaciones deportivas saudíes han acogido a las mejores canteras del panorama nacional e internacional, y en la que, sin lugar a dudas, el Sevilla ha vuelto a ser uno de los grandes protagonistas.
En un grupo nada fácil para el cuadro rojiblanco, los de Álex Martín han conseguido deslumbrar como uno de los equipos más sólidos del torneo. Un equipo trabajado, serio y comprometido de principio a fin. No cede, presiona, tiene criterio y definición.
Se impuso en el primer encuentro al Villarreal, empató ante el Atlético de Madrid y volvió a ganar frente al Olympique de Marsella en el último partido para acabar líder de grupo. Siguió el ritmo en cuartos de final frente al Benfica y este domingo afrontará el gran partido de la jornada frente al Betis en el derbi de semifinales.
El Sevilla es un equipo completo en el que es difícil destacar a uno sobre el resto. Si empezamos por el principio, ya en el primer partido, Bruno Luque dejó su carta de presentación. El joven sevillista es uno de los más destacados en un equipo donde Pablo García y Antonio Murciano sostienen el esquema.
También Dani Romero, presiona y da verticalidad, Raúl Sánchez, doble goleador frente al Marsella, Nacho Álvarez o Iván Navarrete. No son los únicos, el resto de sus compañeros han dejado en Riad una carta de presentación para un futuro que seguro dará mucho de qué hablar.