¿A por la docena?
El Levante UD cosechó su segunda derrota consecutiva, la cuarta en los últimos cinco partidos y, aunque en ataque no hizo maravillas, volvió a condenarse por sus errores defensivos ya que el Valencia CF fue superior pero todos los goles pudieron ser evitados por los defensas. Una zaga que ha sufrido múltiples cambios a lo largo de la temporada, tanto que ya han jugado once parejas distintas de centrales y pocas han funcionado.
Lucas Alcaraz estrenaba dupla de centrales en Mestalla ya que, hasta la fecha, en la Liga todavía no había juntado en un encuentro a Vyntra e Iván Ramis. Las otras dos duplas de las que ha echado mano el técnico granadino han sido Vyntra-Juanfran, contra Sevilla, Almería y Atlético de Madrid (seis goles); Navarro-Ramis, ante Celta, Real Madrid, Eibar, Rayo, Granada, Barcelona y Málaga (15 goles); Vyntra y El Adoua, contra Athletic y Villarreal (tres goles); Vyntra-Navarro, frente a Elche, Deportivo, Real Sociedad, Córdoba, Getafe, Espanyol y Valencia (siete tantos); Navarro-Juanfran, ante Sevilla y Almería (dos goles); y Rodas-Juanfran (tres tantos). En total, el entrenador ha usado siete parejas de centrales. Con las que utilizó Mendilibar son once en total y la única que no recibió goles fue Camarasa-Vyntra en Málaga en la tercera jornada (0-0).
De momento, y ya quedan sólo siete partidos para el final del campeonato, Lucas no parece que haya dado con la tecla para solucionar el problema de la sangría defensiva. Una cuestión global pero en la que también se puede poner el foco sobre los centrales puesto que en Mestalla, en los dos primeros goles, Vyntra y Ramis dejaron que se les colasen Paco Alcácer y Feghouli para rematar de cabeza. Es decir, 1,88 y 1,84 metros frente a 1,80 y 1,77, respectivamente, para encajar los tantos con los que ya llevan 14 en contra de cabeza en lo que llevamos de Liga, siendo el peor equipo en este sentido, sólo por delante del deshauciado Córdoba, al que le han metido 15 con la testa. Y, para colmo, Álvaro Negredo tuvo tiempo para hacer lo que quiso y cerrar el marcador con el 3-0 definitivo.
La sangría defensiva del Levante UD ya viene de tiempo atrás. En concreto es de toda la temporada puesto que encaja 1,87 goles por encuentro (casi como en la 2007-08 del último descenso), una media insostenible para un equipo que sólo marca 0,9 tantos por partido. El equipo granota se ha visto incapaz de dejar la portería a cero en los últimos 13 partidos y no logra levantar la muralla desde el partido en el Nuevo Arcángel frente al Córdoba, que finalizó con 0-0. De momento, Alcaraz no parece que tenga en la mente cambiar de sistema. La única vez que lo hizo fue en su primer partido en que actuó con un 4-2-3-1 y, desde entonces, con su habitual 4-4-2.