Mariño puede saldar su 'deuda' con Rubi
No es amigo de revoluciones, es más de cambios tranquilos. Rubi ha dado con la tecla para que el Levante UD juegue mejor al fútbol pero no es suficiente pues, no en vano, los granotas sólo han sumado un punto de seis posibles tras ser mejores que Valencia CF y el Deportivo. Por tanto, a todas luces no es suficiente. El técnico alude a la falta de puntería, a la suerte, aunque muchas miradas se han puesto sobre el portero Rubén Martínez tras sus últimas dos actuaciones. Y otras tantas se han girado hacia el banquillo donde sigue esperando su oportunidad Diego Mariño. Quizá, si juegue contra el Sporting de Gijon, pueda saldar su 'deuda' con el entrenador.
Diego Mariño cumple su segunda temporada como azulgrana y, como en la 2014-15, ha arrancado en el banquillo. La pasada campaña fue Jesús Fernández quien interfería entre él y la portería y en el presente ejercicio es Rubén Martínez. Mariño llegó procedente del Valladolid después de un turbulento verano de 2014 en que forzó su salida del conjunto pucelano en virtud de una cláusula que le abría las puertas de salida del Nuevo José Zorrilla si un club de Primera División apostaba por él. Sin embargo, en el conjunto blanquivioleta entendían que ese derecho se le acababa el 30 de junio. Finalmente, a mitad de julio salió hacia Orriols y dejó en la estacada a un equipo precisamente entrenado por Rubi, actual preparador granota.
No es que aquella salida fuese el motivo de la no consecución del ascenso del Valladolid pero desde luego el camino del de Vilassar de Mar empezó con problemas. Posteriormente, se harían con los servicios de Javi Varas y tampoco le salió mal la jugada. Por su parte, Mariño fue el portero titular de Lucas Alcaraz y con él bajo palos, con partidos de mérito y otros tantos de errores considerables, se consiguió la permanencia azulgrana. Este verano de 2015, se planteaba la misma situación: los pucelanos no habían ascendido y el Levante podía volver a hacer efectiva la opción de salida del meta gallego pero decidió fichar a Rubén Martínez mientras le buscaba un destino a Javi Jiménez y Jesús. El primero de ellos se marchó y el segundo sigue en la plantilla y Manolo Salvador decidió 'repescar' a Mariño pagando un traspaso (que hizo efectivo el propio cancerbero).
Ahora, muchos ven que es el momento de darle otra oportunidad a Mariño tras los fallos cometidos por Rubén frente al Valencia (un mal rechace suyo propició la jugada del penalti en Mestalla) y el Deportivo (Lucas Pérez le batió por su palo, por lo que pudo hacer más por atajar el tanto deportivista). Quizá sea el momento para que el portero gallego salde su deuda con Rubi.