El Levante UD volvió a atascarse en el Ciutat de València (0-0) aunque con una imagen bien diferente a la ofrecida frente al Getafe, que fue el otro equipo que logró salir vivo del feudo de Orriols. El Cádiz sujetó bien a los granotas en el primer tiempo y aguantó como pudo la embestida azulgrana en el segundo, defendiendo con uñas y dientes su botín conseguido en buena lid frente al líder de la Liga 1|2|3. Un punto que suman los de Muñiz que, si bien parece dejar mal sabor de boca al tratarse los amarillos de un rival de los teóricamente más asequibles, le sirve para destacarse un poco más en lo alto de la clasificación a la espera de lo que haga el Lugo este domingo.
La apuesta por los dos delanteros no terminó de salirle bien a Muñiz en el primer tiempo, salvo algún tiro con poco peligro de Roger y Jason una mano dentro del área del ex granota José Mari
Muñiz cambió el dibujo del equipo, quitando a Lerma del once titular y apostando por dos delanteros con Rafael Martins acompañando a Roger. En la teoría, el Levante conseguía más presencia arriba y buscaba más verticalidad, amén de dificultar un poco más la salida de balón del Cádiz pero tampoco es que el conjunto amarillo estuviese demasiado preocupado por jugarla. Más buen esperaba a los granotas bien replegadito y concentraba su ataque por la izquierda, donde se perfilaba la figura de Álvaro, auxiliado por Güiza y Ortuño, aunque sin poner en demasiados aprietos a los locales.
El plan no le salió bien al técnico asturiano en el primer tiempo y las aproximaciones al área del Levante llegaban con balones colgados desde la vertical o saliendo de las botas de Pedro López, pues Morales y Toño no terminaban de conectar por el otro costado, además de disparos lejanos. En el 20', Postigo estuvo a punto de meter la punterita después de que Insa devolviese la pelota al corazón del área tras un saque de esquina. Poco después, fue Roger quien estuvo muy cerca de reventarla de nuevo al servicio desde la esquina y sería Jason quien terminaría la jugada con un zurdazo desde lejos, que se perdió un metro a la izquierda de Cifuentes.
En un período inicial que hablando de ocasiones de gol tampoco fue para volverse locos, el Cádiz tuvo la suya y, como queda testificado unas líneas arriba, fue con una incursión por la izquierda, un centro envenenado de Ortuño que estuvo a punto de hacer bueno Álvaro pero el extremo remató mal pese a estar en boca de gol. Le faltó una talla más de pie para silenciar el Ciutat. Fue la primera y la última que tuvieron los amarillos y sirvió para hacer sonar la sirena y despertar un poco a los de Muñiz en la primera mitad más tediosa que ha presenciado el público de Orriols. En el 34', todos se despertaron cuando Roger chutó desde lejos y el esférico golpeó en la mano de José Mari dentro del área pero no lo apreció así el colegiado. Al momento, el misma jugador de Torrent la enganchó dentro del rectángulo de Cifuentes entre una maraña de piernas tras un saque de córner.
El Cádiz subió un poco las líneas en la recta final, dificultando la salida de balón de los granotas y les tuvo cinco minutos encerrados en las cercanías de Raúl Fernández. Pero el Levante es muy solidario, está muy bien trabajado y se defendía como gato panza arriba, sin perder la compostura y, cuando consiguió recuperarla, armó una contra en tres pases. Jason la recogió en la línea divisoria y cabalgó hacia la portería visitante y, antes de que se le echasen encima, armó la pierna derecha para poner en un compromiso a Cifuentes, que se quitó como pudo de encima el cuero tras el cañonazo del gallego.
La mejor oportunidad hasta el momento para el Levante llegó con el arranque de la segunda mitad. Fue en un lanzamiento de falta desde tres cuartos de campo que parecía perderse por línea de fondo pero Postigo metió la puntera en el último suspiro y, si no llega a rematar tan forzado, se podría hablar del 1-0 en ese momento. El conjunto azulgrana, un poco acogotado en el primer tiempo, empezaba a ganar terreno y, aunque fuese tímidamente y con dos disparos muy lejos de Campaña, daba muestras de querer solventar el partido. Un momento importante fue la entrada al terreno de juego de Rubén García por Morales. El setabense entró frío, no en vano llevaba más de dos meses sin entrar en acción. Pero poco a poco fue entonándose y entendiéndose con Toño para volcarse definitivamente sobre el área visitante.
Ortuño pudo marcar el 0-1 pero se encontró con una gran intervención de Raúl y, a partir de ahí, la sociedad Toño-Rubén García estuvo a punto de dar sus frutos pero el Cádiz defendió bien su botín
Pero, para que el Levante saliese definitivamente de su adormilamiento, necesitó que el Cádiz lo agitase contundentemente por medio de la figura de Álvaro. Su técnico lo cambió de banda y lo colocó por la derecha para buscarle las cosquillas a Toño y a fe que lo logró. En el 63', el lateral valenciano la perdió y el extremo amarillo no se lo perdonó. Se internó en el área y la cedió atrás para que Ortuño disparase con vehemencia pero se encontró con una respuesta espectacular de Raúl Fernández. El mismo Álvaro la tuvo poco después pero conectó un tiro demasiado cruzado a la derecha cuando lo tenía todo para dirigirla entre los tres palos.
A partir de ahí, los granotas se tomaron en serio el aviso y volcaron el juego hacia la otra parte del campo. Natxo Insa tiró de galones, se multiplicó en el campo y, con Víctor Casadesús de refresco en sustitución de Rafael Martins, empezaron a aproximarse con peligro real al marco de Cifuentes. En el 72', Garrido apareció in extremis para desviar a saque de esquina un pase de la muerte de Toño. Luego, fue Rubén García tras un pase atrás del de Puerto de Sagunto quien probó suerte y también se estrelló contra el arquero amarillo y por poco no llegó Jason para empujarla a la red. Fue la última gran ocasión del Levante que, si bien no dejó de volcarse hacia adelante, ya no pudo encontrar las grietas entre la zaga amarilla con Aridane y Garrido despejando todo el peligro local.