La historia vuelve a mirar hacia el Ciutat de València y miles de ojos se posarán para ver qué es capaz de hacer el Levante UD frente al Real Oviedo. Muchos serán levantinistas desde dentro del feudo de Orriols o desde sus televisores pero además de propios también habrá extraños, aficionados al fútbol que no estén sellados por los colores azul y grana pero que, como todo el mundo, hayan quedado asombrados por lo que está haciendo el conjunto de Juan Ramón López Muñiz en el presente ejercicio. Una temporada que quedará marcada y que, si no bate registros en la Liga, al menos sí permanecerá grabada a fuego para los levantinistas por la contundencia del equipo a la hora de lograr el objetivo. Sólo queda una cosa: ganar a los carbayones y celebrar en familia la gesta.
Entre la pasada semana y la actual han cambiado sólo dos cosas pero que son de auténtico peso. En primer lugar, lo evidente, que el Levante ya está a disposición de firmar el ascenso de manera directa y sin tener que hacer quinielas ni esperar a carambolas con los resultados de los demás. Y, por otro lado, los discípulos de Muñiz, que llevan semanas disfrutando de rentas respecto a sus perseguidores que rondaban los 18-20 puntos y, por tanto, no tenían ninguna urgencia, son ahora quienes más necesitan la victoria. No porque el ascenso se vaya a escapar, que es casi imposible (19 puntos de diferencia con 21 por jugarse), sino porque el deseo del equipo es festejar el retorno a la máxima categoría con su gente. Al final, se subirá, pero no es lo mismo hacerlo viendo de frente la sonrisa y las lágrimas de 25.000 almas que hacerlo en Vallecas, que sería el plan 'B' para subir.
El partido frente al Oviedo será una moneda al aire. Si sale cara, serán las ganas y el ímpetu de los granotas por llevarse por delante a su rival. La cruz sería unos nervios y una ansiedad por dejar cerrado ya el objetivo que se le volviese en contra al Levante y que, por tanto, fuesen aprovechados por los de Fernando Hierro. Un Oviedo que reclama la condición de ser el más necesitado en el duelo de Orriols pues recuerdan que los azulgrana ya están en Primera y ellos todavía tienen que sumar buenos resultados para terminar entre los seis primeros.
Nadie ha querido perderse la cita del (intento de) ascenso y, por ello, Sergio Postigo ha protagonizado una recuperación exprés del dolor que sintió frente al Cádiz en la zona lumbar por una mala caída. El madrileño estará a disposición de Muñiz, del mismo modo que Natxo Insa, tras cumplir su partido de sanción en el Ramón de Carranza. El único que se lo perderá por una causa de fuerza mayor como es su rotura muscular es Jefferson Lerma, que no ha podido volver a tiempo pese al gran esfuerzo realizado. La principal duda, como suele ser habitual, es la composición del centro del campo. En este sentido, Róber Pier podría seguir en el eje de la medular acompañando a Natxo Insa y Campaña.
Por parte, el Oviedo, que viene de empatar ante el Huesca en casa, quiere seguir la estela o aprovechar la jornada para meter puntos a sus rivales directos, por lo que los azules no conciben otra posibilidad que no sea salir a por la victoria un equipo que considera ya "de Primera". El conjunto asturiano, sexto clasificado con 53 puntos, sigue teniendo a tan solo uno al Huesca (7º), por lo que necesita sumar para asegurarse plaza y para, en caso de pinchazos de rivales directos, tratar de adelantar a los tres equipos con los comparte puestos de ascenso: Cádiz (5º) con 54 puntos, y Getafe y Tenerife, que, clasificados en cuarto y tercer puestos, están empatados a 55 puntos.
La piedra de toque de los carbayones será su dificultad para ganar a domicilio, algo que contrasta con los partidos que el conjunto azul firma en el Carlos Tartiere, donde estuvo a punto de ganar al Huesca con uno menos y donde sólo ha perdido en dos ocasiones en lo que va de Liga -Reus y Girona-. Fuera de casa el equipo ha mejorado pese a las derrotas de Tenerife y Lugo y esa línea de trabajo es la que su propio técnico Fernando Hierro quiere continuar en el Ciutat de València ante el que considera el equipo "más regular" de la Liga, un Levante al que da por ascendido desde hace jornadas.
El técnico tiene que afrontar la doble baja en el lateral izquierdo de Christian por sanción y de Varela, que se pierde lo que resta de Liga por una subluxación de rótula, por lo que Fernández apunta como titular en esa banda a pierna cambiada dejando el lateral derecho a Johannesson. Los oviedistas saldrán, según ha explicado el propio entrenador, "sin pensar en la tabla" y "pensando sólo en ganar", por lo que afrontan el partido como un partido más para seguir peleando por los puestos de playoff y "complicar la vida" al resto de rivales por el ascenso.
Ficha técnica.
Levante UD: Raúl Fernández; Pedro López, Postigo, Chema, Toño; Róber Pier, Natxo Insa, Campaña, Jason, Morales y Roger.
Real Oviedo: Juan Carlos; Diegui Johannesson, David Costas, David Fernández, Fernández; Erice, Torró, Saúl Berjón, Susaeta; Linares, Toché.
Árbitro: Cordero Vega (colegio cántabro).
Estadio: Ciutat de València.
Hora: 18.00 horas. Movistar Partidazo.