El parón de la Liga Santander por los compromisos de las selecciones nacionales ha cogido al Levante UD en pleno período de reflexión por las dos derrotas consecutivas encajadas frente al Real Betis Balompié y el Alavés y ahora todo el mundo se pregunta si Juan Ramón López Muñiz por fin echará mano del banquillo para conformar un once diferente para intentar reaccionar o volverá a confiar en su equipo clásico, el que prácticamente ha alineado durante toda la temporada y que sólo ha variado obligado por las lesiones o por la variación táctica contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. La idea del técnico del Levante UD en principio es no hacer ningún tipo de revolución y es bastante probable que el equipo que salga desde el principio en el RCDE Stadium contra el Espanyol sea muy parecido a los anteriores. Lo que está claro es que los cambios, como es habitual, sean meditados muy concienzudamente y no va a dejarse llevar sólo por los resultados negativos de las últimas jornadas.
Muñiz no quiere dar ningún tipo de bandazo y tampoco dar esa sensación y está bastante tranquilo y satisfecho, si bien inquieto por la última derrota, por el trabajo realizado desde el pasado verano y que se ha plasmado en los nueve puntos sumados de 21 posibles, que tienen situado al Levante en la décima posición de la clasificación de Primera División. Además, después de varias noticias negativas en forma de resultados y sobre todo de lesiones, en este último capítulo por fin le pueden ir dando la vuelta a la tortilla con algunos efectivos importantes. De hecho, en la sesión de este miércoles en la Ciudad Deportiva de Buñol ya se pudo ver a Jefferson Lerma completar casi todo el trabajo junto al resto de sus compañeros y participando en los ejercicios con balón, lo que hace pensar que casi con total seguridad esté a disposición de su entrenador para medirse a los pericos.
El retorno del colombiano, además de por su peso en el centro del campo granota, permitiría liberar a Róber Pier y el gallego sería otra alternativa para una defensa justa de efectivos, teniendo en cuenta que, de momento, Cabaco no termina de convencer a Muñiz. Por otro lado, hay razones para pensar que Ivi pueda estar también listo para viajar a Barcelona pues, según ha reflejado el Levante en sus últimas comunicaciones, el madrileño tan solo padece unos problemas musculares, en este caso en el abductor. El atacante se ejercitó ayer al margen de sus compañeros. El tercero en discordia que podría llegar a tiempo es Iván López.