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Resumen 2017: un ascenso inolvidable que da paso a la incertidumbre

Javier Mínguez

La afición, futbolistas, técnicos y directivos del Levante UD difícilmente podrán olvidar el 2017 que ya toca a su fin con la aproximación de las 12 campanadas que, en la medianoche del 31 de diciembre al 1 de enero, darán paso al 2018. Seguramente más de uno engulliará las uvas con la incertidumbre deportiva de qué sucederá con el equipo granota pero también con las imágenes frescas en la retina de la gesta que supuso el ascenso a Primera División, por quinta vez en su historia, del Levante UD y la forma de conseguirlo. Quizá por esa insultante suficiencia con que se logró se esperaba más de los de Muñiz aunque nada le puede quitar 'lo bailao' a los azulgrana en un 2017 del que ElDesmarque ha extraído los mejores momentos.

Cuatro movimientos en el mercado de enero

El período de altas y bajas de invierno fue muy tranquilo para un Levante que había cerrado 2016 con nueve puntos de diferencia respecto al tercer clasificado de la Liga 1|2|3 entonces el Getafe. Una diferencia que seguiría creciendo y para ello se intentó mejorar una plantilla que, con diferencia, ya era la mejor de la categoría de plata. Los movimientos reflejaron bien a las claras la personalidad y forma de trabajar de Tito, sin estridencias, con lógica: dos salidas, dos entradas. Rafael Martins deseaba marcharse por lo que la dirección deportiva le concedió su deseo, pasando por caja y dejando una pequeña cantidad y para dar paso a Juan Muñoz, que rompió su cesión con el Real Zaragoza para regresar al Sevilla y, acto seguido, recalar en el conjunto granota. También se marchó Álex Remiro, que no encontró la felicidad en un cuadro azulgran en el que empezó siendo titular pero Raúl Fernández aprovechó sus dudas para entrar como elefante en la cacharrería de la portería levantinista. En su lugar, llegó Oier Olazabal que, a la larga, se ha rebelado como un buen refuerzo para el marco del conjunto de Orriols.

Los granotas arrasan en la segunda vuelta

Si el Levante había llegado al parón navideño en una posición cómoda, a partir de ese momento el viento a favor se convirtió en un auténtico huracán. Los de Muñiz, intratables salvo por algún pequeño desliz, llegaron a gozar de una renta de 20 puntos en la jornada 32 tras vencer por 2-1 al Mirandés por lo que sólo quedaba por certificar la fecha del ascenso. Finalmente, todo salió a pedir de boda ya que el gran día llegó: fue en el Ciutat de València y con un margen suficiente, a seis partidos del final de la Liga, como para no dar motivos de ponerse nerviosos a los más inquietos. El retorno a la élite menos de un año después del descenso de La Rosaleda llegó con un triunfo por la mínima (1-0) contra el Oviedo. El héroe de la tarde fue Sergio Postigo, tras rematar con el alma un saque de esquina. Era el quinto ascenso en 108 años de historia del conjunto granota.

El mercado de verano: montaña rusa de emociones y dramas

Todavía no había concluido la temporada, el Levante peleaba por terminar primero y ser campeón de Segunda y ya había surgido un imprevisto: Natxo Insa se quería marchar al Johor DT de Malasia. La oferta para el de Cocentaina era irrechazable y a la dirección deportiva le tocaba encontrar un sustituto para el que había sido un pilar en el equipo de Muñiz. Primeras opciones como Krohn-Dehli o Rubén Pérez se esfumaron y al final tocó recurrir al mercado continental para paliar esa marcha con la llegada de Doukouré y Sasa Lukic. Pero antes se habían producido fichajes de autor como el de Antonio Luna (por imponerse a otros pretendientes) o el de Enis Bardhi (por lo desconocido del joven futbolista macedonio). Todo iba viento en popa pero una trágica noticia iba a hacer tambalearse los planes de los técnicos azulgrana: la grave lesión de Roger Martí. El 'casi' Pichichi de Segunda en 2016-17 y pilar fundamental del Levante se perdería media temporada y tocaba buscar alguien que hiciese olvidar al de Torrent: llegaron Álex Alegría, Emmanuel Boateng (el segundo fichaje más caro de la historia) y a última hora Nano Mesa, que a su vez tenía que hacer olvidar al frustrado fichaje de Lucas Pérez, que se fue al Deportivo. Ninguno de ellos pudo cumplir con esta misión.

Dos ventas millonarias como final feliz a sendos culebrones

El verano de 2017 se le presentaba a la directiva con dos patatas calientes y una especialmente ardía en las manos de la dirección deportiva: Víctor Camarasa. El de Meliana ya había dejado claro un año antes que no quería jugar en el Levante pero las partes lograron ponerse de acuerdo por unos días para pactar la mejor salida posible: traspaso al Betis por siete millones de euros y un 20% reservado para la entidad de Orriols. Otro asunto candente, aunque por sus goles se esperaba que llegase alguna oferta jugosa, era el de Deyverson, que terminó yéndose al Palmeiras a cambio de cinco 'kilos' y un 30% reservado para el equipo levantinista. Dos buenas operaciones para los intereses económicos de la entidad.

Arranque meteórico de los de Muñiz

La Liga Santander no pudo empezar mejor para el Levante, con un triunfo nada más y nada menos que contra un Villarreal que había quedado quinto en la temporada anterior. El conjunto granota venció por 1-0 en un partido en el que, curiosamente, se vieron algunos detalles de lo que ha terminado convirtiéndose el grupo dirigido por Muñiz: un equipo que, salvo por algunas pájaras individuales, se suele mostrar serio y aguerrido en defensa y que, en cambio, le cuesta un mundo marcar goles. En aquel arranque del torneo el tanto de la victoria llegó desde los 11 metros. Luego llegaron los empates contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, frente al Deportivo y el Valencia en Orriols y el conjunto dirigido por Muñiz tocó techo arrasando a la Real Sociedad en el Ciutat (3-0). A partir de ahí, nada volvió a ser lo mismo.

El Levante se olvida de ganar en casa

Tras el triunfo sobre el conjunto donostiarra, Orriols ya no volvió a saborear las mieles de la victoria aunque los aficionados tendrían que sufrir antes como el Levante era goleado sin piedad por el Betis en una fatídica segunda mitad en el Benito Villamarín (4-0). Tras aquella goleada que podría haberse quedado en accidente, llegó el primer palo de la temporada: el 0-2 en casa contra el colista Alavés. El fortín levantado durante la gloriosa campaña en Segunda División fue resquebrajándose y cayéndose con las visitas del Getafe (1-1), Girona (1-2), Atlético de Madrid (0-5), el Athletic (1-2) y, finalmente, el Leganés (0-0). Sólo los partidos serios a domicilio, destacando el triunfo por 0-2 ante la UD Las Palmas y el empate frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán (0-0), además de la clasificación en Copa del Rey contra el Girona, paliaron ese sentimiento que, eso sí, ha dejado cierto regusto a decepción e incertidumbre.

Las lesiones y la llegada de Ünal y Coke

Sin duda, la peor de las noticias ha sido la plaga de lesiones que han azotado a la plantilla valenciana tanto en las buenas como en las malas. Con la ilusión del ascenso y la preparación de la nueva temporada en verano, llegó el primer varapalo: la fractura de rodilla de Roger Martí. Posteriormente, dos compañeros más sufrirían lo mismo que el de Torrent: Iván López y su acompañante en la delantera Álex Alegría. Pero el ligamento cruzado no ha sido lo único que ha llevado de cabeza a los futbolistas y médicos granotas: Jefferson Lerma, Pedro López, Doukouré, Lukic, Nano Mesa, Chema o Jason han sido otras de las víctimas de esa maldición. Precisamente por las lesiones de larga duración el club granota obtuvo el permiso para fichar fuera del período establecido y se produjo la cesión de Enes Ünal por parte del Villarreal. El turco empezó con fuerza aunque acabó 2017 con la misma tónica apagada del equipo. También aterrizó a préstamo Coke Andújar pero, en su caso, no podrá debutar hasta que se abra el período de altas y bajas del torneo.
 

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