Es Noticia
Alavés
1-0
Levante

El peor momento para bajar la guardia

Laguardia, tras marcar el gol de la victoria del Alavés contra el Levante UD (LaLiga).
Javier Mínguez

Otra derrota del Levante UD, esta vez frente al Alavés (1-0), la duodécima de la temporada, casi la mitad de los partidos disputados y ya van 14 jornadas consecutivas sin sumar de tres. El aroma del peligro, la deriva hacia el abismo, el camino no sinuoso sino recto hacia el final más fatídico. Los granotas se defendieron como titanes durante medio partido por la expulsión rigurosa de Chema en el 29', diríase que la épica no fue correspondida por la justicia futbolística pero la Primera no perdona y dos errores de nuevo grotescos le costaron otro tropiezo al conjunto de Orriols: el penalti del central manchego y el error de marcaje de Lerma en el gol de Laguardia. El Levante UD ya está igualado con los puestos de descenso tras el empate de la UD Las Palmas con el FC Barcelona.

El primer tiempo, sobre todo si hay que atenerse a la imagen ofrecida por los granotas en anteriores compromisos, se pudo calificar de digno aunque, pese al empate parcial, si fuese un combate de boxeo a los puntos el Alavés fue ligeramente mejor. El drama es que ofrecer una cara medio seria no es suficiente para ganar un partido en Primera División y, de hecho, si Manu García hubiese tenido el punto de mira mejor ajustado se hablaría de un 1-0 al descanso en favor de los babazorros. Pero lo de errar no es exclusiva del Levante, los rivales también lo hacen y, por ello, el capitán blanquiazul le perdonó la vida a los de Muñiz.
Antes de eso, ninguno de los dos contrincantes se había logrado hacer con el dominio del encuentro, fue un toma y daca sin temple en la media, sin serenidad y con el balón dando tumbos de una parte a otra del rectángulo de juego de Mendizorroza. Desde luego, en lo que respecta a la presencia de la pelota en la frontal de una y otra área, la presencia de Guidetti, Munir y Pedraza en las inmediaciones de la de Oier Olazabal era bastante más inquietante que lo que ofrecía la figura de Roger Martí en los dominios de Pacheco. Una palmera en el desierto. La primera acción de peligro fue para el Alavés: Guidetti puso un pase de la muerte que se paseó por el área azulgrana y, cuando Pedraza se la devolvió al segundo palo, previa engullida del meta visitante, el sueco disparó a las nubes.
Tenerlas, también las tuvo, o la tuvo, el conjunto de Muñiz, tras un saque de esquina que Chema, aprovechando un aclarado de sus compañeros, remató con la zurda pero Pacheco, atento, se lanzó hacia su izquierda para atajar. El central granota, rematador en esta jugada, tendría un triste protagonismo posteriormente pero antes Ibai Gómez, con un latigazo desde la frontal, probaría sin éxito a Oier. Poco después, Pedraza se libraría de Pedro López con un sombrerito e intentaría superar al irundarra con una volea pero la diestra, de lo poco malo que tiene el interior zurdo babazorro, le jugó una mala pasada.

Casi a la media hora de juego llegó la jugada del penalti. Chema erró al intentar despejar con la derecha un balón llovido del cielo y entre Guidetti y Pedraza se la liaron. El cordobés fue derribado en el área por el zaguero azulgrana y Fernández Borbalán no dudó en señalar penalti y, además, pegarle con el reglamento en la crisma al de Caudete y mostrándole la roja. Muy riguroso. Al menos, sólo hubo que lamentar que el central se marchase antes de tiempo ya que Manu García, tras plantar el cuero en el punto fatídico, la envió fuera.
La reacción de Muñiz fue la lógica, sacrificar a un pivote, en este caso Campaña, para meter a Róber Pier. Además, tras el descanso quitó a Roger para introducir al más físico pero inexcrutable Boateng. En todo caso, el descanso le sentó mejor al Levante que a los de Abelardo ya que, en el 47', Ivi rozó el gol con un derechazo que no encontró portería por poco. El extremo incorporado desde el Sevilla parecía que volvía a tener su noche y pasado el primer cuarto de hora de este segundo período le regaló un buen servicio a Morales para que el 'Comandante' encañonase, aunque se estrelló contra un Laguardia salvador para los suyos. Ivi pudo poner la guinda en el 73' con un libre directo de pícaro buscando el bote, aliándose con el viento, y el error de Pacheco, que se produjo pero el cuero se estrelló contra la madera.
A partir de ahí, el partido se volvió loco. Ya unos instantes antes el Levante, que se defendía como gato panza arriba, sobre todo con un bravo Cabaco, se había tragado su clásico centro lateral que prolongó Ibai Gómez (sí, el 'experto' cabeceador' Ibai) para que Tomás Pina la recogiese a placer. El mediocentro alavesista, sin embargo, chutó fuera. Luego, de nuevo Ibai le pondría un regalo a Rubén Sobrino, en un buen centro y un mejor movimiento hacia adentro del atacante local y, sin embargo, el delantero de Daimiel cabeceó hacia las manoplas de Oier. El partido no dejaba de ofrecer cosas, a estas alturas sobre todo en el área levantinista y, de hecho, en esa parcela se produjo la siguiente acción destacada: la segunda amarilla para Munir por, a criterio del colegiado, fingir un derribo. De nuevo riguroso pero lo cierto es que Fernández Borbalán igualó las cosas más de media hora después.
El partido se había vuelto loco, la pelota no se paraba ni un segundo e igual estaba en los pies de Burgui o Sobrino que en el otro extremo caracoleando entre las piernas de Ivi. Pero era el Alavés el que rondaba el gol y, de hecho, Ibai Gómez de nuevo estuvo a punto de hacer el 1-0 tras un centro pasado de Burgui que empaló defectuosamente y que cogió bien colocado al Oier. Los derroteros del partido lo llevaron hacia el final más cruel posible para el Levante pero tanto va el cántaro a la fuente que se termina rompiendo. En el 89', Ibai sacó un libre indirecto hacia el segundo poste y encontró la testa de Laguardia, que sólo tuvo que empujarla hacia la red ante la inexistencia de marcaje de Lerma. Un despropósito duro y se diría que injusto para los granotas, si es que el fútbol entiendiese de justicia, de sueños, del sexo de los ángeles... y no de la cruda realidad.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar