El Levante UD ha sacado la cabeza del agujero con las dos victorias frente al Getafe y el Eibar, tanto que le ha servido para alejarse hasta los seis puntos de distancia respecto a su perseguidor más inmediato, que es la UD Las Palmas. Futbolistas como Roger, Campaña, Cabaco o Coke se acercan a su mejor versión pero, cuando las aguas no bajaban tan calmadas, uno de los futbolistas que mejor rindió para contener la sangría fue Oier Olazabal. Ahora, el vasco está más resguardado aunque en el último entrenamiento del Levante UD le dejó claro a sus compañeros que no baja la guardia e hizo un recital de paradas para desesperación de algunos jugadores.
Durante un ejercicio planteado por Paco López, el irundarra estuvo bastantes minutos sin encajar ni un solo gol y ni goleadores contrastados como Roger, Pazzini, Morales o Jason pudieron alojar el balón en el fondo de las mallas de su portería. La media sonrisa se intuía en el rostro de Oier que, frente al Eibar, jugó su decimoctavo partido seguido como titular y defendiendo el marco granota. En este tiempo, pese a que ha encajado 28 goles (13 de ellos frente a Barcelona, Atlético, Real Madrid y Valencia), se ha destacado como uno de los cancerberos que interviene en más ocasiones y, de hecho, es el segundo en el ránking de paradas del campeonato, sólo superado por Leandro Chichizola, de la UD Las Palmas.
Oier encara la recta final de la temporada y, a partir del 1 de julio, tendrá un año más de contrato con el Levante que le gustaría ampliar. "Estoy encantado, sinceramente. Ahora estoy jugando y estoy encantado aquí, nunca me he encontrado tan bien, en un vestuario tan tranquilo, en un equipo humilde, trabajador. Si fuese por mí, a día de hoy, me quedaba aquí toda la vida", manifestó en su entrevista concedida a ElDesmarque.