El Levante UD ya puede decir que todos sus futbolistas están de vacaciones, al menos los de la primera plantilla, a la espera de la disputa de la última eliminatoria por el ascenso a Segunda B del filial tras superar al Racing Villalbés. Y es que el ejercicio 2017-18 concluyó este domingo en El Molinón para Rubén García, que peleaba con el Sporting por el ascenso a Primera pero, tras el 1-2 contra el Valladolid, el sueño se esfumó para los rojiblancos. Ahora, está por decidirse el futuro del setabense, que deberá pelear por un sitio en el Levante UD aunque tras el encuentro aseguró que no le importaría jugar otro año con los asturianos.
"Es evidente que parte de mi corazón se va a quedar aquí, no sólo a nivel futbolístico, también personal. Me he sentido super cómodo, dejo aquí amigos, sólo puedo estar agradecido, no me importaría volver aquí", manifestó en declaraciones a Movistar Partidazo tras el choque entre gijoneses y pucelanos.
En El Molinón estarían dispuestos a recibir con los brazos abiertos a Rubén García aunque la pelea del valenciano estará más centrada en convencer a un Paco López que es especialista en retos complicados y en recuperar la mejor versión de sus futbolistas, como sucedió en su aterrizaje en la primera plantilla. El mediapunta tendrá un reto importante tras completar una temporada bastante destacada con el conjunto asturiano, con el que ha sido un habitual y ha logrado unos buenos registros: ocho goles y nueve asistencias.